Macron estudia convocar la segunda vuelta de las municipales el 28 de junio
Una gran mayoría de alcaldes de toda Francia se dicen favorables a la convocatoria
Emmanuel Macron estudia la posibilidad de convocar de la segunda vuelta de las elecciones municipales el próximo 28 de junio, si no se produjese una segunda ola en la difusión del coronavirus.
El Consejo científico que asesora al presidente y su Gobierno considera «razonable» la posible convocatoria electoral «si no se degradan las condiciones sanitarias».
Una gran mayoría de alcaldes de toda Francia se dicen favorables a la convocatoria.
Los servicios de la Presidencia de la República han redactado un primer proyecto de posible resolución que debiera adoptar la Asamblea Nacional (AN), a muy corto plazo, para contar con el apoyo parlamentario muy mayoritario, indispensable.
Édouard Philippe , primer ministro, reunió a los representantes de todas las fuerzas políticas nacionales, la tarde del miércoles, con el fin «consultar y concertar» la posible convocatoria electoral.
Las elecciones municipales se celebran, en Francia, a dos vueltas. El 15 de marzo pasado se celebró una primera vuelta. La segunda vuelta debía celebrarse una semana más tarde, el domingo día 22 de marzo. El estallido definitivo de la crisis sanitaria y la proclamación del confinamiento nacional, aplazaron la segunda vuelta.
Dos meses más tarde, el desconfinamiento que comenzó el día 11 de este mes de mayo parece evolucionar positivamente. Presidente, Gobierno, alcaldes y clase política se hacen la misma pregunta: «¿Debemos celebrar la segunda vuelta de las municipales hacia finales de junio o primeros de julio…?».
Macron organizó la noche del martes, en el Elíseo, una cena informal con miembros de su Gobierno y su «guardia pretoriana». Varios participantes han filtrado a varios medios la «decisión informal» de estudiar la convocatoria de la segunda vuelta electoral el próximo día 28 de junio.
Prensa escrita y audiovisual consideran «plausible» la posible convocatoria, con ciertas reservas de fondo.
La posible convocatoria debería contar con el apoyo muy mayoritario de la clase política nacional y debería presentarse con una cláusula suspensiva: volver a aplazar la convocatoria si estallase una «segunda ola» de la pandemia.
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