Israel y Hamás endurecen sus ataques entre intentos de mediación
La cifra de muertes asciende a 48 palestinos y cinco israelíes desde el lunes
Las claves de los enfrentamientos
Israel y Hamás , Hamás e Israel se enfrentan a una situación que conocen de memoria y que es un callejón sin salida en el que los civiles pagan el precio más alto. Por segundo día consecutivo los islamistas lanzaron cientos de cohetes contra poblaciones del sur de Israel y el Ejército bombardeó la Franja por tierra, mar y aire.
La vida en la Franja y en las localidades israelíes próximas a la verja de separación fue un infierno. Ya son al menos 48 palestinos , entre ellos 10 niños, según el ministerio de Salud, y cinco israelíes quienes han perdido la vida desde que se desataran las hostilidades en la tarde del lunes. Egipto y Qatar pusieron en marcha los contactos con ambas partes para intentar calmar la situación, pero el primer intento de mediación no logró consensuar un alto el fuego.
Las calles de Gaza se vaciaron ante la intensidad de los bombardeos. A media tarde, tras conocer las primeras dos víctimas mortales en Israel, el primer ministro, Benjamín Netanyahu , evaluó la situación con el ministro de Defensa, Benny Gantz , y prometió «intensificar la intensidad y el ritmo» de los ataques. Gantz añadió que «por cada día que disparen contra ciudadanos israelíes, les haremos retroceder años».
Cúpula de hierro
El Ejército comunicó que a lo largo de la jornada alcanzó 150 objetivos y aseguró que uno de los ataques acabó con la vida de Samah Abed al-Mamluk, el responsable de la unidad especial de cohetes de Yihad Islámica , facción palestina que combate junto a Hamás. Cuestionado por la muerte de civiles, entre ellos diez niños, el portavoz militar, Hidai Zilberman, dijo que «es posible que civiles se vean afectados» y acusó a Hamás de esconder sus lanzaderas de cohetes en zonas residenciales.
Entre los objetivos alcanzados a lo largo de la Franja hay instalaciones para entrenamiento de milicianos, almacenes de cohetes, la casa de un comandante de Hamás y dos túneles. Según el Canal 12 en uno de estos túneles había 20 milicianos de Hamás y todos resultaron muertos. En opinión de Zilberman la operación puede durar «varios días».
Los islamistas han bautizado su operación como 'Espada de Jerusalén' y el Estado judío la denomina 'Guardianes de los Muros'. El gran guardián de Israel cuando llueven los cohetes es el sistema de la Cúpula de Hierro, pero una de las baterías que protege Ashkelón sufrió un problema durante la tarde y fue en esa ventana en la que Hamás disparó una salva de 135 cohetes en apenas cinco minutos , los islamistas amenazaron con «nuevas sorpresas» en los próximos días. Pese a este problema técnico, el sistema antimisiles interceptó más del 90 por ciento de los proyectiles , indicó el también portavoz del ejército Jonathan Conricus.
Precisamente en la ciudad de Ashkelón, dos mujeres perdieron la vida a causa de los ataques, según informó ayer la agencia Reuters citando al jefe del servicio de Ambulancias Magen David (Estrella de David), Eli Bin. Como consecuencia de los ataques aéreos, la autoridad aeroportuaria israelí decidió cerrar el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv –el principal del país– derivando los vuelos hacia Grecia y Chipre.
Exigencias de Hamás
Hamás está al frente de la Franja desde hace más de una década y ya se ha enfrentado a tres grandes operaciones del Estado judío, la última fue en 2014 y más de 2.000 personas perdieron la vida , la mayoría civiles, según la ONU. Los islamistas se oponen a negociar un alto el fuego hasta que Israel retire todas sus fuerzas de la Explanada de la Mezquitas y de Sheikh Jarrah, barrio del este de Jerusalén en el que varias familias serán desalojadas y sus casas pasarán a manos de colonos.
Este desalojo, cuya decisión final se conocerá en un mes, está en el origen de esta enésima espiral de violencia que ha ido creciendo desde el inicio del ramadán y que se descontroló tras el doble asalto policial a la Explanada de las Mezquitas y la mezquita de Al Aqsa, tercer lugar más sagrado para el Islam, que dejó cientos de heridos.
Tras varios días de amenazas, el grupo islamista ha entrado de lleno en la crisis abierta en la ciudad santa. En la tarde del lunes, jornada festiva para los judíos que celebraban el Día de Jerusalén, dio un ultimátum a Israel para retirar sus tropas de la Explanada y de Sheikh Jarrah.
Cuando llegó la hora y no se cumplieron sus demandas comenzó el lanzamiento de decenas de cohetes. Por primera vez desde la guerra de 2014 las sirenas sonaron en Jerusalén y la gente corrió en busca de refugio. Benjamín Netanyahu declaró que la ciudad santa es «una línea roja» y se puso en marcha de inmediato la operación aérea de represalia.
Además de la reacción de Hamás, Israel se enfrenta a una oleada de protestas en todo el país protagonizadas por los ciudadanos árabes, que suponen un 20 por ciento de la población. Esto ha llevado a los mandos policiales a reforzar la presencia en esos lugares y desplegar ocho compañías más de la Guardia de Fronteras.
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