Las delegaciones de Guaidó y Maduro empiezan la segunda ronda de negociaciones en México
La segunda fase tendrá lugar del 3 al 6 de septiembre. La oposición exigirá la liberación de presos políticos y la habilitación de dirigentes a cambio de su participación en las regionales
La oposición venezolana de la plataforma unitaria de partidos del gobierno interino de Juan Guaidó ha puesto todo su empeño para exigir al régimen de Nicolás Maduro la liberación de presos políticos y la habilitación de dirigentes opositores a cambio de su participación en las regionales en la segunda ronda de negociaciones que se celebrará del 3 al 6 de septiembre en la Ciudad de México.
Las dos partes del diálogo han avanzado en sus conversaciones previas en Caracas tal y como lo demostró la coalición de partidos que anunció su participación en los comicios regionales y locales del 21 de noviembre, inscribiendo a 22 de los 23 candidatos a gobernadores y gran parte de los 335 aspirantes a alcaldes en el Consejo Nacional Electoral.
Las delegaciones de las partes son las mismas que iniciaron las reuniones el 13 de agosto en México con la firma de un Memorando de Entendimiento en México, bajo la mediación de Noruega, y la observación internacional de Rusia y los Países Bajos.
En el documento las representantes de Guaidó y Maduro se comprometen a debatir siete puntos como el de establecer derechos políticos para todos, dar garantías electorales para todos y un cronograma electoral, levantar las sanciones y retornar los activos de la República en el extranjero, el respeto de los poderes públicos, la renuncia a la violencia y reparación de las víctimas, protección de la economía nacional y medidas de protección social.
En los términos aceptados el objetivo es llegar a un acuerdo de una negociación intensa e íntegra y pacífica para establecer reglas claras con respecto a la Constitución nacional. «Nada está acordado hasta que todo lo este», es la consigna. Las partes pueden realizar acuerdos parciales.
Nueve miembros en cada delegación
El abogado y ex alcalde de Baruta, Gerardo Blyde, es el jefe de la delegación opositora, que dirige Guaidó a quien reconocen 50 gobiernos como presidente interino de Venezuela. Incluye a Luis Emilio Rondón del partido UNT, Stalin González, Mariela Magallanes de la Causa R, Carlos Vecchio de Voluntad Popular, Claudia Nikken (secretaria ejecutiva), Luis Aquiles Moreno de AD, Tomás Guanipa de Primero Justicia y Roberto Enriquez de Copei. Aún no se ha confirmado si Freddy Guevara reemplazaría a Vecchio.
Por la parte de Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional chavista, Jorge Rodríguez , electa en diciembre del año pasado, es el jefe de la delegación oficialista. Lo integran el gobernador de Miranda, Héctor Rodríguez, el hijo del mandatario Nicolás Maduro Guerra (Nicolasito), y también la vicepresidente Delcy Rodríguez, hermana de Jorge, que no apareció en la primera ronda mexicana. El régimen no ha informado sobre el resto de sus representantes.
No ha sido nada fácil para la coalición opositora ponerse de acuerdo entre sus 49 miembros de participar o no en los comicios después de un largo período de indecisión por la falta de garantías y condiciones en el proceso.
El régimen de Maduro sólo ha concedido pequeños gestos como la habilitación hace un mes de la tarjeta Mesa de la Unidad Democrática (MUD), proscrita en el 2017, para que la coalición opositora tuviera cómo participar.
El diputado y secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup , dejó en claro que van a participar aún cuando no tienen todas las garantías electorales. «Lo que defendemos es el derecho constitucional de las elecciones y no el reconocimiento de Maduro», dijo.
Reconoció que las negociaciones en México han permitido resolver temas como las inhabilitaciones políticas e incluso afirmó que casi todas están resueltas.
«Las inhabilitaciones las estamos bregando (en la negociación) y hemos logrado muchas habilitaciones, buena parte de las inhabilitaciones, prácticamente todas, van a estar resueltas», dijo.
También sostuvo que la oposición «no puede seguir viviendo de fantasías», ni que sentarse en la mesa con el chavismo en México signifique el reconocimiento a la administración de Nicolás Maduro.
«El proceso de México no significa que para ellos nosotros seamos integrantes de un gobierno interino y el hecho de que nosotros estemos allá no significa que lo reconocemos», concluyó Ramos.
Por su lado Freddy Guevara, coordinador de Voluntad Popular, liberado hace 15 días, afirmó que exigirán la libertad de todos los 332 presos políticos en México y alertó sobre los 61 casos de enfermos tras las rejas que requieren de atención médica porque corren peligro de morir.
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