Cuba reacciona a su posible exclusión de la Cumbre de las Américas con una contracumbre en La Habana
El ALBA-TCP está integrado por apenas 10 de las 33 naciones de América Latina y el Caribe
![El líder chavista Nicolás Maduro y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, durante la cumbre de La Habana](https://s1.abcstatics.com/media/internacional/2022/05/28/maduro-diezcanel-kgKC--1248x698@abc.jpg)
Este 27 de mayo se reunió en La Habana la XXI Cumbre del ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América- Tratado de Comercio de los Pueblos), un intento de La Habana de contrarrestar la IX Cumbre de las Américas , que tendrá lugar en Los Ángeles, California, Estados Unidos, a partir del 6 de junio próximo y a la que no fueron invitados Cuba, Venezuela y Nicaragua. El punto central de la cita fue, precisamente, las exclusiones de estos países.
«Sin duda es una contracumbre y buscó boicotear la de la OEA », dijo a ABC el activista opositor y coordinador del proyecto Estado de Sats, Antonio Rodiles . Por su parte, el abogado y periodista independiente René Gómez Manzano considera más exacto decir que, en lugar de una respuesta a la Cumbre de las Américas, se trató de «coordinar las posiciones de los países miembros ante una Cumbre de las Américas a la cual no han sido invitados varios de ellos».
A quien no le ha sorprendido esta contracumbre es al opositor Guillermo Fariñas , según explicaba a este periódico: «La no invitación de las dictaduras hispanoamericanas a la Cumbre de las Américas de Los Ángeles 2022 fue una petición mía y de Manuel Milanés personalmente a Bob Menéndez en nuestra última visita a Washington» relata.
«Cuando discutimos con Bob Menéndez al respecto, una de las consecuencias de la no invitación a las Dictaduras Latinoamericanas, fue precisamente esa, que iban a organizar una cumbre paralela -como ya lo han hecho en otras ocasiones- y los partidarios de la restauración de la Democracia Representativa en América Latina debíamos mantenernos a pie firme ante la maniobra.
Ya que consideramos, que era mucho mejor, que se diera el escándalo internacional por la no invitación de los gobiernos dictatoriales de Cuba, Nicaragua y Venezuela, pero que toda esa publicidad serviría para lograr denunciar la represión constante dentro de esos países».
El ALBA-TCP está integrado por apenas 10 de las 33 naciones de América Latina y el Caribe : Cuba, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, y Santa Lucía. Por tal motivo, para Gómez Manzano se debe matizar «lo de ‘Cumbre del ALBA’ pues, además, en definitiva, solo vinieron tres líderes: Maduro (Venezuela), Luis Arce (Bolivia) y Ralph Gonçalves (San Vicente y las Granadinas)». A este último, por cierto, el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, le entregó la más alta distinción del Gobierno , la Orden José Martí, la misma condecoración que entregara, hace menos de un mes a Andrés Manuel López Obrador durante su visita a la isla ; poco después, AMLO aseguró que no asistiría a la Cumbre de la OEA si no se invitaba a todos los países.
Desde hace varios días, el régimen cubano ha manifestado su rabieta por la exclusión y mandatarios de México, Chile, Bolivia, Argentina y Guatemala han emitido sus reclamaciones
Desde hace varios días, el régimen cubano ha manifestado su rabieta por la exclusión y mandatarios de México, Chile, Bolivia, Argentina y Guatemala han emitido sus reclamaciones. No obstante, Díaz-Canel llegó a afirmar que «en ningún caso» asistiría.
Por otro lado, la Administración Biden ha señalado que el respeto y compromiso con la democracia sería al factor para decidir qué nación sería invitada o no . La Casa Blanca comenzó a enviar las invitaciones la pasada semana y llegó a valorar la posibilidad de que asistiera una representación de la isla, mientras no se tratara ni del Ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, ni del presidente cubano.
Política de exclusión
Representantes de la sociedad civil cubana dentro de la isla y en el exilio sí han sido invitados a la Cumbre de la OEA. Tal fue el caso de la activista Saily González. «Cuba sí ha sido invitada a la IX Cumbre de las Américas , solo que los invitados somos aquellos que queremos democracia y que se respeten todos los derechos de todos los cubanos y no los que presentan, como únicas opciones, el Socialismo o la Muerte», escribió González en Twitter.
Varias patrullas de policía rodean mi casa hoy para impedirme salir. Esta es la única que se encuentra visible, pero los vecinos me cuentan de otras en otros puntos cercanos.
— Saily González Velázquez (@SailydeAmarillo) May 28, 2022
Viajar para participar en la IX #CumbreDeLasAméricas es un derecho humano que viola el gobierno de #Cuba. pic.twitter.com/59pBPgLASW
Sin embargo, como forma de impedirle acudir a la cita, la exintegrante del grupo Archipiélago, residente en Santa Clara, ya fue advertida por la policía política de que no podría ir a recoger su pasaporte visado en la Embajada de Estados Unidos en La Habana, para ello le alegaron estar bajo «investigació policial» debido a una acusación por «actividad económica ilícita» y «receptación». Desde entonces, permanece arbitrariamente -pues la ley no lo establece- bajo vigilancia policial y reclusión domiciliaria.
Cuba fue expulsada de la OEA en 1962 en medio de la Guerra Fría, debido sus relaciones con la URSS y su adhesión a la ideología comunista, «incompatible con el sistema interamericano». No fue hasta 2015, cuando La Habana y Washington trabajaban en una apertura en las relaciones bilaterales, que Cuba fue invitada a la VII Cumbre de la OEA , desarrollada en Panamá; en esta ocasión trascendió la intolerancia del régimen cubano cuando sus partidarios (cubanos organizados y financiados desde La Habana) boicotearon intervenciones de quienes denunciaban a la dictadura e, incluso, llegaron a agredir físicamente a algunos de ellos.
Más de lo mismo
Como era de esperar, la declaración final de la Cumbre del ALBA ha sido una manifestación 'antimperialista' , y una apología de regímenes dictatoriales de izquierda, como los de Cuba, Venezuela y Nicaragua; precisamente, dictaduras que, mientras desde sus discursos populistas abogan por «el diálogo respetuoso, la tolerancia y convivencia pacífica», se caracterizan por todo lo contrario. Solo recordar que se trata de naciones con partidos únicos, que persiguen y encarcelan a los opositores, y que en Cuba actualmente hay más de mil presos políticos solo por protestar pacíficamente exigiendo derechos humanos el 11 de julio del pasado año.
Para el politólogo y periodista independiente Dimas Castellanos, el evento del ALBA es «un nuevo capítulo de la guerra permanente con Estados Unidos , que no es más que la lucha regional entre autoritarismo y democracia». «Se trata de un espectáculo caracterizado por discursos contra Estados Unidos. Su peso, si lo tiene, radica en la presencia de las pequeñas islas del Caribe, las cuales responden desde el punto político al llamado de Venezuela y Cuba, pero su mayor dependencia económica es de Estados Unidos, con quien no pueden romper como lo hizo Cuba», agrega.
Mientras Cuba atraviesa la más profunda crisis económica de su historia, lejos de liberar las fuerzas priductivas y respetar las libertades como forma de levantar al país, la cúpula militar cubana dedica «sus inútiles esfuerzos» en «hablar mal de la mayor potencia económica del mundo», una «manifestación del fracaso de un sistema que se hunde», sentencia el especialista.
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