‘Dígame’, la revista con la que Emilio Rodríguez Menéndez insultaba a los famosos
Siguiendo el modelo de ‘News of the world’ -pero en versión casposa y tabernaria-, la revista editada por el abogado llegó a ser secuestrada por orden judicial
Lo que van a leer es real, aunque parezca mentira que titulares así pudieran publicarse impunemente en España: ‘Belén Esteban Puta’, ‘Famosos grabados en casas de putas’, ‘Luis Herrero y Terelu Campos, mafiosos’, ‘Los famosos pederastas de nuestro país’, ‘Ana Obregón acosa sexualmente a los dependientes’, ‘María Teresa Campos y Lydia Bosch, estafadoras inmobiliarias’, ‘Dinio, corruptor de menores’, ‘Alejandro Sanz sí es gay’… En ocasiones, la justicia tuvo que intervenir: el 5 de noviembre del 2000, la juez de instrucción de guardia en Alcobendas ordenó el secuestro de la revista ‘Dígame’ que titulaba ‘Malena Gracia ejerce de puta’, por ‘revelación de datos reservados o de carácter íntimo y personal’. El abogado recurrió y no cejó en escarbar en más basura, sacándose de la manga acusaciones e insultos durante el tiempo que llegó a los quioscos. El panfleto, que inicialmente iba a ser dirigido por Ramón Bermejo pero acabó en manos del falangista Javier Bleda, contaba con la colaboración destacada de Antonio David Flores , su gran fichaje para la sección de Opinión y sostén de distintos reportajes sobre Rocío Jurado y su familia. ‘Dígame’ se presentó en una fiesta en Madrid el 25 de septiembre del 2000. Yo estuve allí…
La invitación llegó al programa ‘Con T de tarde’, de Telemadrid, en el que colaboraba por aquel entonces. No tenía intención de acudir al evento, de hecho, salí de casa con ropa deportiva, pero al final tuvo un día un poco loco: había ligado y de pronto pensé que no había mejor plan para impresionar a un nuevo amor que llevarle a ver las estrellas… Pero al final solo alcanzamos a ver a Paco Porras , Tony Genil , Loly Álvarez y Nuria Bermúdez. Aquello bien podría haber servido como inspiración para ‘Una noche en el museo’, pero de cera, con todos aquellos inquietantes muñecos. En un momento dado, me tendieron una trampa para hacerme la foto junto a Rodríguez Menéndez : a su lado aparezco, en el centro de una página doble (72 y 73) del número 2 de la revista. Es curioso. No recuerdo dónde se celebró, pero recuerdo perfectamente el desasosiego que experimenté al tenerle tan cerca, la inquietud, algo parecido al terror mezclado con el asco.
Al día siguiente, en el programa, comenté que me había vestido para la ocasión, «con mi mejor chándal». Ese comentario me valió una sarta de insultos y amenazas en el siguiente número del libelo. Como quien oye llover… Pero esa misma semana, Terelu me preguntó aterrorizada si había algún secreto turbio en mi pasado, si temía que algo de mi vida privada pudiera salir a la luz. No entendía nada. Entonces me puso sobre aviso: «Ten cuidado, estamos en el punto de mira de Rodríguez Menéndez. Va a por nosotros». Les juro que todavía me dan escalofríos.
P.D. Años después, como director de ‘La jaula’, en Antena 3, tuve a Nuria Bermúdez como colaboradora. Se disculpó por todo lo sucedido y me confesó que aquel fue el mayor error de su vida: «Era una cría y no era consciente de dónde me estaba metiendo…»
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