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Miguel Flecha (@dondisfruton): «Quiero que la gente disfrute de la gastronomía y que aprecie su valor»
Ingeniero de profesión, su gran afición es la cocina y a ello se dedica en Instagram, donde lo siguen 18 mil personas y donde valora restaurantes o elabora sus propias recetas
Sacar el móvil en el restaurante, cuando los platos llegan a la mesa, es ya un gesto habitual. Son imágenes que se guardan como ancla para el recuerdo del momento o que se hacen para compartirlas con la red más íntima del Whatsapp o lanzarlas a la gran comunidad afín al ‘food porn’ (comida pornográfica, aludiendo a su cualidad de irresistible) que reina en Instagram, donde las fotos de alimentos abundan . Este mundo tiene a sus propios ‘influencers’, que han hecho un arte de esta tendencia y que, en el camino, se han ido formando y profesionalizando. Uno de los más conocidos en España es Miguel Flecha , alias @dondisfruton , ingeniero de profesión y prescriptor gastronómico de afición, quien publica a diario, para alegría de sus casi 18 mil seguidores, sus recetas y su detallada opinión sobre vinos y restaurantes.
¿De dónde viene tu pasión por la gastronomía?
He aprendido en mi casa. Mi padre era un apasionado de este mundo y de alguna manera fue un adelantado a su época, porque no solo disfrutaba de él, y me inculcó a mí la afición, sino que además creaba unos álbumes en papel en los que documentaba todo. Imprimía las fotos de los restaurantes a los que iba, o de lo que él cocinaba, y las pegaba y les ponía su cartelito con la Dymo. Para él solo, claro. Pero es que además nosotros planificábamos los viajes en familia en función de los restaurantes a los que íbamos a ir, mi padre llevaba sus listas y unos cuadernillos y en torno a ellos se organizaban las visitas y los paseos. En mi educación está que hay que celebrar todo y que un restaurante es un sitio donde pasan cosas buenas, donde se festeja, como hacíamos nosotros hasta cuando se compraba una lavadora nueva en casa. Luego ya cuando empezó internet y yo estaba estudiando Selectividad, en el 97, me puse a aprender de forma autodidacta a hacer páginas web y alguien me pidió poco después una de gastronomía. Con eso comenzó todo.
¿Qué quieres aportar con @dondisfruton?
Quiero que la gente primero aprecie el valor de la gastronomía, que nos creamos que en España se come muy bien, y después que disfrute, que salga y gaste y celebre y se lo pase bien en los restaurantes. Por eso me gusta contestar cuando me piden recomendaciones de sitios. Me gusta aportar todo esto.
¿Cuánto tiempo le dedicas a este 'hobby'?
Sí que le dedico mucho tiempo, parece que no pero las redes sociales lo llevan. Lo que publico lo trabajo, edito las fotos, cuido mucho el contenido, me gusta que lo que comparto esté bien y además también me gusta responder a todas las personas que me escriben. También mi entorno me pide consejos todo el rato y me gusta darlos. Lo hago con mucho cariño, lo disfruto mucho. Pero no lo hago para tener seguidores, esto ha sido completamente accidental. Comencé poniendo fotos en Twitter y sobre 2015 me abrí Instagram, donde Don Disfrutón creció a toda velocidad. Esto me generó también una red, y tengo muchos amigos gracias a ello, incluso en el sector, en los restaurantes, ¡si he llegado a cocinarle yo a los cocineros! Todo ello me da mucha satisfacción.
¿A qué restaurantes vas, por qué los eliges? ¿Pagas o te invitan?
En general pago. Me han invitado a algún sitio alguna vez, de manera puntual. Me escriben mucho por Instagram pero si no los conozco generalmente no lo acepto. Yo no hago esto para que me inviten, y si voy, que encantado de hacerlo, mi compromiso es que si no me gusta no lo voy a publicar. Pero el 99 por ciento de las veces pago yo. Tengo mi top 20 de restaurantes favoritos en Madrid, al que voy el 90 por ciento de las veces. Antes era más de probar, ahora soy de repetir. Son de todo tipo, a mí me gusta todo. Yo no transmito en mi perfil que soy un gastrónomo ni un crítico o un 'gourmand', yo soy un disfrutón con criterio, porque disfruto con las cosas buenas, y por tanto voy a sitios donde eso pasa, por la comida y por el entorno.
¿Qué es lo que más valoras en un restaurante, después de la comida?
Para mí hay un tema de empatía del restaurante hacia el comensal. He ido a restaurantes donde se come muy bien pero de los cuales sales completamente frío, porque hay una relación muy transaccional, y para mí eso hace perder puntos. En mi top 20 me siento como si estuviese en mi casa, que para mí es el principio fundamental, además de comer bien. Valoro cuando ponen cariño en que disfrute de la comida, y del vino, cuando hay cercanía.
¿Qué posts tienen más éxito entre tus seguidores?
Cuando cocino yo, con muchísima diferencia. Esto lo he visto durante la pandemia. Parece que cuando cocinas tú y lo cuentas es más mas auténtico que un post sobre un restaurante. Por ejemplo cuando hago un arroz en mi casa, eso es único, porque cuento cómo, la historia, y mis seguidores conocen mi proceso para aprender a hacer arroces, saben que antes no de la pandemia no había hecho ninguno y aunque no lo puedan probar les gusta. Es lo que tiene autenticidad, y personalidad.
¿Como fue que además de valorar restaurantes te lanzaste a cocinar?
Hasta hace cuatro o cinco años yo no cocinaba nada, salvo algunos postres. Mis padres y mi abuela cocinaban mucho, pero yo no tenía el gusanillo. Hasta que en Instagram empecé a ver a gente que hacía cosas y me lancé. Ahora me encanta que la gente haga mis recetas, las que creo mezclando o las que yo recomiendo, y que luego me cuenten cómo les fue. La 'carrillera con vermú de Don Disfrutón', eso me encanta. Yo cocino para mi familia, soy autodidacta, aprendo de otros en las propias redes, o de libros y preguntando a los propios cocineros cuando algo me gusta. Solo hice un curso, de sushi, y no lo he hecho desde entonces.
¿A tu criterio, qué es lo más interesante que se está haciendo en España en gastronomía?
Me gustan muchos los cocineros que buscan un propósito. Por ejemplo Noor, en Córdoba, donde Paco Morales hace un viaje en la historia y en la evolución de la cocina en Andalucía, desde la presencia de los árabes en su día hasta el descubrimiento de América en el último menú. Incluso ha tenido a una persona de una universidad ayudándole con la parte histórica. Es un ejemplo de una cocina diferencial. O Iván Cerdeño, en Toledo, que quiere llevar la cocina manchega a unos menús mucho más modernos y elaborados, y lo ejecuta con una brillantez absoluta. Le acaban de dar su segunda estrella. O Luis Alberto Lera, en Zamora, un hombre de campo que quiere posicionar la caza como protagonista absoluta de la alta cocina. También me gusta cuando hay historias personales detrás. Como en Ikaro, en Logroño, nacido de la unión entre un español y una ecuatoriana que fusionan justamente sus comidas. Como lo nuevo de un amigo en Madrid, Comparte Bistró, porque él es de Cádiz y su mujer de París. Todo esto dota al restaurante de un aire diferente.
Tres restaurantes favoritos para ir este invierno en Madrid y por qué.
Difícil, pero allá vamos: Taberna Verdejo, por lo que transmite ese equipo y ese lugar, además de lo bien que se come; La Tasqueria de Javi Estévez, cuyo propósito es que se coma casquería, y lo ha conseguido, y Triciclo, que me encanta por su diversidad, ya que tiene desde cuchara o caza hasta fusión.
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