Gastronomía
Barcelona despierta de su letargo gastronómico: «Teníamos envidia sana de Madrid»
La Ciudad Condal pugna por el liderazgo con Madrid abriendo nuevos espacios y actualizando su oferta en hoteles de lujo
Albert Adrià reabre Enigma sin menú degustación y con los cócteles de elBulli

La pandemia se cobró en Barcelona una víctima importante en el tablero gastronómico de España, con cierres sonados y dolorosos que se sintieron como pérdidas propias en todo el país. El telón final de espacios emblemáticos como Tickets y la caída en dominó del resto de locales bajo la batuta de Albert Adrià –el grupo elBarri– marcó el inicio de una nueva época, más triste, para una ciudad que siempre ha vibrado en lo gastronómico.
La crisis sanitaria –y la criticada gestión política de sus consecuencias a través de las restricciones a la hostelería– llevaron a Barcelona a entrar en una incómoda posición de letargo, frente al avance aparentemente irrefrenable de Madrid . Con la inercia, a un ritmo de aperturas difícilmente alcanzable, la Ciudad Condal parece aún lejos del compás madrileño. Sin embargo, sus protagonistas hablan ya de una « revolución » que han empezado por vender en la capital como el «destino de referencia en excelencia gastronómica».
Pese a todo, la gran urbe catalana ha mantenido y revalidado en este tiempo dos restaurantes con tres estrellas Michelin, Lasarte y ABaC –en Madrid solo hay un triestrellado, DiverXO –; seis biestrellados –cinco en la capital–; y otros once con una estrella –frente a 14–. Aunque no se trata de cifras, sino de las sensaciones que han dejado estos meses de atrás una y otra ciudad.

Campaña de promoción gastronómica
«En Barcelona hemos parado la actividad, eso es cierto, y durante mucho tiempo. En mi caso por ejemplo, Dos Palillos estuvo 15 meses cerrado completamente», explica a ABC su chef Albert Raurich tras protagonizar junto con Rafa Peña, un encuentro a cuatro manos en Madrid. «Nosotros teníamos envidia sana de Madrid y de sus medidas. Esto lo dije en algún medio catalán en su momento y se me criticó», expuso este último en el citado encuentro. Relanzar Barcelona como destino gastronómico es una necesidad para un sector que vuelve a registrar aperturas y proyectos importantes. No en vano, y según los datos que maneja el Observatorio de Turismo de Barcelona , la gastronomía es la primera actividad que viven los visitantes cuando viajan a la ciudad –un 92,4%, en 2021–.
La vuelta del público local y el turismo interior, pero sobre todo el regreso de los viajeros extranjeros, ha marcado el punto de partida para salir de ese letargo –con temas que aún preocupan como la lacra de la inseguridad que reina en algunas zonas –. Así, los últimos meses han acelerado el ritmo de novedades, algunas de ellas con los mismos protagonistas que vivieron su debacle.
La más importante y reciente –junto con el anuncio de Carme Ruscalleda y su hijo Raül Balam de abrir Cuina Sant Pau, en San Pol de Mar , el próximo 1 de julio– ha sido la reapertura de Enigma , este mismo mes, de la mano de Albert Adrià . El chef ha devuelto a Barcelona uno de los espacios icónicos de la ciudad, con una fórmula más flexible, sin menú degustación, la coctelería de elBulli y una propuesta ininterrumpida que cambia según avanza el día.

No es el único. Los hermanos Iglesias, antiguos socios con Adrià, han levantado el telón de Teatro en el mismo local que ocupaba el extinto Tickets. Alapar , de Jaume Marambio y Victoria Maccarone, ha abierto donde estaba Pakta, otro exlocal de elBarri. En el antiguo de Hoja Santa está en marcha el mexicano Come , de Paco Méndez. Y otros de nuevo cuño como Ikoya Izakaya –brasas y sake– con Hideki Matsuhisa e Iñaki López de Viñaspre al frente. La situación dramática que vivió la hostelería barcelonesa ha llevado a algunos como Raurich a crear nuevos conceptos como Tamae Bar , cocina abierta, bar y delivery de la mano de Eugeni de Diego.
Los hoteles de lujo copan también la atención de lo gastronómico con Rafa Zafra y Amar en el Palace; el regreso estival de Gastón Acurio con Terrat , la terraza del Mandarin Oriental Barcelona; o Alain Guiard con Contraban , en el Wittmore Hotel. Otros como el chef Rafa de Bedoya consolida Aleia en el Casa Fuster, y Víctor Torres se pone al frente del Quirat , en el nuevo Hotel InterContinental Barcelona.
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