Nico Rosberg ha sido el más rápido en los ocho días en los que Montmeló ha acogido los entrenamientos de la pretemporada 2013 de Fórmula 1. El alemán, como hiciera su compañero Lewis Hamilton el día anterior, ha pulverizado el crono con un 1:20.130 y ha dejado a poco más de tres décimas a Fernando Alonso, el centro de todas las miradas de este domingo. En un abarrotado circuito de Montmeló, los aficionados se han volcado para apoyar al piloto español, consiguiendo lo que, en palabras del probador de Ferrari Pedro de la Rosa, era «un ambiente de Gran Premio».
Y en este 'Gran Premio' hubo mucho trabajo de última hora. Siete pilotos superaron las 100 vueltas al trazado barcelonés, la mayoría acabando de afinar la preparación para los monoplazas que en apenas unos días tendrán que viajar a Australia para la disputa del primer Gran Premio de la temporada. Fernando Alonso fue uno de ellos y completó un total de 120 giros, en la que fue una de sus jornadas de más trabajo de la pretemporada. El piloto asturiano alternó los ensayos de clasificación con las pruebas de carrera pura, y de las pocas conclusiones que se pueden sacar es que, como en 2012, es en las tandas largas donde el Ferrari se maneja mejor. Si bien a una vuelta ha conseguido mejorar las sensaciones con respecto a la temporada pasada, este domingo el piloto asturiano se quedó a tres décimas de un Nico Rosberg que descubrió definitivamente el nuevo rostro de Mercedes.
Si nos fiamos de lo visto en estos últimos días de ensayos, podemos augurar que las flechas plateadas comandadas por Hamilton y Rosberg serán dos filones seguros de cara a pelear por los mejores tiempos en la clasificación. A la hora de encarar las distancias más largas, tanto al británico como al alemán les ha costado más mantener el ritmo, pero siguen estando, al menos sobre el papel, un paso por delante del año pasado. Será interesante ver si, realmente, pueden trasladar ese dominio a la pista en Australia.
Últimos retoques
El plan de trabajo establecido por Ferrari para Fernando Alonso en este soleado domingo en Montmeló fue muy claro: acabar de rematar los últimos remaches de la obra. El piloto español se dedicó fundamentalmente por la mañana a realizar pruebas de aerodinámica y rendimiento puro del monoplaza a una vuelta, mientras que por la tarde se centró en hacer simulaciones de carrera. Como dato, mantuvo siempre un ritmo de un segundo por vuelta con Jenson Button, que realizó un programa muy similar al suyo.
Red Bull, por su parte, sigue siendo una incógnita. Sebastian Vettel fue el encargado de cerrar la pretemporada para el equipo campeón, y lo hizo en una discreta octava posición, a la que el tricampeón del mundo ha restado importancia. No obstante, un cierto temor corre por la voz de Vettel. «No pudimos hacer todas las vueltas que queríamos y los dos últimos días no han sido tan buenos como esperábamos», admitía al alemán.
Según Vettel, el problema son los neumáticos, un auténtico quebradero de cabeza para los hombres de Milton Keynes. Las bajas temperaturas que han tenido que soportar en esta pretemporada no les ha ayudado a acabar de entender el comportamiento de los Pirelli, y eso ha influido en que, al menos de cara a la galería, no estén confiados. «Nunca hemos tenido un invierno tan complicado como éste porque los neumáticos no duran y acaban en una vuelta. Para algunos quizá es diferente de los otros, dependiendo de la temperatura. No es fácil, pero ya veremos en Australia», zanjaba el hombre a batir en este 2013.
Todo está visto para sentencia. Australia, dentro de dos semanas, ya se prepara para una apertura de un campeonato que se prevé tan imprevisible como el del año pasado, al menos, en los primeros Grandes Premios. La impostura de Red Bull no hace sino provocar más recelos en el resto de equipos, mientras que del buen momento final de Mercedes tampoco se fían todos. Las pretemporadas de Fórmula 1 se convierten, cada año más, en auténticas partidas de póker donde cada escudería muestra o esconde sus cartas en función de sus intereses. Y, como buen jugador y aficionado que es, pocos mejor que Fernando Alonso para saber qué ases debe guardarse en la manga.
Lo que sí parece claro es que veremos de nuevo a Ferrari y Red Bull en la pomada. La Scuderia ha acabado, por fin, una pretemporada con buenas sensaciones, y todo apunta a que este curso por fin podrá trabajar sobre una buena base. Mientras tanto, McLaren y Mercedes quieren colarse en esa fiesta de dos en la que el año pasado se quedaron cortos. Otros como Lotus se mostraron muy potentes, y llevan el cartel de equipo sorpresa que pretende asaltar el trono.
