Alimentación

Dieta Keto: Los especialistas advierten sobre sus consecuencias en los niños

La gran influencia de este método de alimentación está llegando a los platos de los más pequeños de la casa

Hay progenitores que llevan este cuidado al extremo Adobestock

Yomeyli Astacio

Una alimentación adecuada es indispensable para que los niños tengan un desarrollo óptimo tanto en lo físico como en lo neurológico. Además, una buena nutrición ayuda a prevenir un sinnúmero de enfermedades infantiles y evitar secuelas permanentes por falta de una dieta completa. A pesar de todos los beneficios que estas atenciones pueden ofrecer, hay padres que someten a sus pequeños a rigurosos programas alimenticios que, en ocasiones, pueden llegar a tener un efecto contrario al que intentan apórtales a sus vástagos .

En los últimos años ha aumentado la popularidad del consumo de alimentos que fuerzan la producción natural del cuerpo, como la que proporciona el régimen cetogénico, una forma de alimentarse baja en carbohidratos enfocada en obtener energía a través de los agentes cetónicos, que se derivan de fuentes alternativas como la oxidación de los ácidos grasos, que suplen la función energética de los azúcares cuando estos se reducen. Algunas personas la utilizan para bajar, subir o mantener un determinado peso y mejorar el desarrollo físico de los niños. Incluso, hay quienes lo utilizan como tratamiento para “curar” enfermedades crónicas.

La gran influencia de este método de alimentación está llegando a los platos de los niños, en especial a los que padecen diabetes tipo 2 o epilepsia, como alternativa para intentar mejorar su salud. Sin embargo, algunos especialistas tienen sus reservas al respecto.

Para Natalia Moragues, diplomada en nutrición y dietética con formación especializada en infancia, «un niño sano no necesita este tipo de dieta que es muy estricta y los niños no están concienciados para ello», advierte.

Por tanto, la dieta Keto no tiene nada que ver con lo que se considera una alimentación adecuada para los niños . Así lo explica la experta en nutrición infantil, sobrepeso y obesidad, Silvia Romero Canals. «Las fuentes ideales de carbohidratos para los niños deben ser las mismas que para los adultos: legumbres, verduras, hortalizas y fruta. Pero en la dieta cetogénica se hace lo contrario y un cuerpo en crecimiento nunca debe tener una alimentación tan restrictiva como la que sugiere ese programa».

Ambas profesionales coinciden en que lo recomendable es enseñar a los pequeños a comer bien, con una alimentación variada que integre vegetales y frutas. También se debe incluir en su dieta diaria la menor cantidad de productos no naturales. «Aunque la mayoría de los ultraprocesados son diseñados para que lo consuman los niños, no son alimentos saludables», asegura Moragues.

Lo nutricionistas consultados argumentan que los niños que sean sometidos a llevar una dieta con las exigencias de la Keto pueden presentar ciertos síntomas como «fatiga, debilidad, trastornos gastrointestinales, arritmias cardíacas, nefrolitiasis, estreñimiento, calambres musculares, dolores de cabeza, diarrea y múltiples deficiencias de vitaminas y minerales».

La dieta cetogénica en las enfermedades graves

A menudo se escucha que este tipo de alimentación ayuda a mejorar la salud de niños que padecen complicaciones médicas como cáncer, diabetes tipo 2 y obesidad, pero estas afirmaciones, según los expertos, no van acompañadas de resultados ni investigaciones científicas que respalden estas teorías.

Para Julio Basulto , miembro del colegio de nutricionistas de Cataluña, no es ético recomendar la práctica Keto a niños con cáncer, ni a ninguna persona en general con esta patología, al menos hasta tener ensayos clínicos que demuestren su eficacia. «La aplicación terapéutica de la dieta cetogénica como terapia para pacientes con cáncer requiere que se evalúe en un entorno preclínico, ya que su seguridad y eficacia depende de la entidad tumoral y de su genotipo», explica.

«No hay pruebas sólidas que nos hagan creer que esta dieta será útil para el tratamiento dietético de enfermedades crónicas como la obesidad o la diabetes tipo 2 —advierte el dietista—. Los padres que han obtado por este tratamiento en niños con encefalopatía epiléptica o graves retrasos en el neurodesarrollo han percibido que suele ser efectivo inicialmente pero, poco después, su efecto positivo disminuye», concluye.

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