El psiquiatra Javier Quintero: «Ahora no deberíamos tachar a algunos jóvenes de irresponsables, sino mas bien de inconscientes»

Para poder combatir con éxito un problema como la COVID-19 , tenemos que tener una estrategia clara y estable, ejecutarla en todos los niveles de responsabilidad y predicar con el ejemplo. Ahora vemos con preocupación el aumento de los casos y se mira a los jóvenes sorprendidos por las actitudes de algunos. Se han dado muchos cambios de rumbo en la comunicación, hemos pasado meses confinados tratando la tragedia de manera muy suave, evitando imágenes de la realidad que estaba ocurriendo por crudas, y dando la imagen de «falsa» inmunidad para algunos segmentos de la población .

Pensemos que las generaciones actuales de adolescentes son las que tienen mas acceso a la información, pero al mismo tiempos es que la dispone de menor conocimiento. Que la información esté disponible, no quiere decir que llegue a sus destinatarios, es decir se deberían organizar estrategias de comunicación para llegar a ellos.

Ahora no deberíamos tachar a algunos jóvenes de irresponsables, sino mas bien de inconscientes , dado que muchos no son realmente conscientes de lo que implica la COVID. Durante meses han tenido una versión edulcorada del problema y ahora queremos que asuman un papel para el que, además, no están preparados. No nos acordamos de que ellos fueron de los olvidados del confinamiento , poco se hizo para llegar a ellos, anticipar sus necesidades y aún así, se portaron fenomenal. Ahora han salido queriendo «recuperar» los meses perdidos, cuando en realidad deberían haber sido meses de aprendizaje de otras habilidades y han de ser conscientes del cambio y de los riesgos, para luego pedirles e incluso exigirles que sean responsables. Los jóvenes aprenden por la experiencia, por lo que ven y no por lo que decimos, por lo que el predicar con el ejemplo es clave en la comunicación con ellos .

Tampoco debemos olvidarnos de que su cerebro aún no está preparado para esto. La corteza prefrontal es la parte del cerebro que nos permite, entre otras cosas, planificar, anticipar consecuencias o autorregular nuestro comportamiento. Pues bien, esta es la parte del cerebro que más tarde va a madurar. Mientras tanto, somos el entorno de los jóvenes los que tenemos que, o bien tratar de poner los limites, aunque a veces parezca que sea poner puertas al campo, o sino al menos tratar de que sean conscientes de los riesgos para luego pedirles que sean responsables. Y no es sencillo, pensemos en cuanto tiempo, recursos y energías se han invertido en campañas de prevención de consumos de drogas y el éxito de las mismas. Pero este es el camino, llegar a ellos con un mensaje claro, con unas medidas concretas y estables . Lo que fue peligroso ayer, también lo tiene que ser mañana y predicar con el ejemplo .