Los tuits de auxilio de la princesa Basmah bint Saud que Mohamed bin Salman quiere ocultar
La princesa saudí lleva más de un año cautiva. Esta semana, su cuenta de Twitter volvía a tener actividad. Los mensajes permanecen horas en la red hasta que son eliminados
El cautiverio de Basmah bint Saud sigue sumando fechas en el calendario. La princesa saudí lleva un año y cincuenta días recluida en la prisión de alta seguridad de Hair, a las afueras de Riad, por órdenes expresas de su primo, el Príncipe Heredero Mohamed bin Salman (MBS). Desde entonces, a excepción de una llamada semanal que Basmah puede realizar desde la cárcel a un familiar, no se ha sabido nada de ella. Hasta esta semana, cuando en su cuenta de Twitter aparecieron varios tuits firmados por ella y dirigidos a su «querido tío», el Rey Salmán , y a MBS, donde les pedía ser «liberada» por su «detención arbitraria».
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El pasado 14 de marzo, ABC publicó imágenes inéditas de las cámaras de seguridad del ático de la princesa en Yeda . Con fecha del 28 de febrero de 2019, en esas grabaciones se ve a nueve hombres armados esperando a Basmah y a sus dos hijas ( Sohoud y Sara ) tras su intento fallido por salir de Arabia Saudí a bordo de una ambulancia aérea de la empresa Redstar que las iba a trasladar hasta Suiza. Una vez allí, estaba previsto que la princesa se sometiera a una intervención quirúrgica para paliar sus problemas de corazón.
Los tuits fueron eliminados
En el reciente conjunto de tuits, Basmah rogó que se revisara su caso. Afirmó que no se ha presentado ningún cargo formal contra ella y que no sabe cuánto tiempo más podrá resistir el cautiverio. «Mi salud se está deteriorando en un grado que es severo, y eso podría conducir a mi muerte . No he recibido atención médica ni una respuesta a las cartas que envié desde la cárcel a la Corte Real», contó la princesa. Y añadió: «Fui secuestrada sin explicación junto a una de mis hijas y metida en prisión».
El primer tuit fue publicado en árabe a las ocho de la tarde (hora europea) del miércoles. Poco después se publicó en inglés. A las diez y media de la noche lo habían compartido más de 300 personas. A primera hora del jueves, los mensajes desaparecieron de la cuenta. La persona que los escribió, a petición de Basmah, los publicó de nuevo. Una fuente cercana a la princesa ha comentado a ABC su sospecha de que habría sido el propio gobierno de Arabia Saudí quien eliminó esos mensajes, que el viernes volvieron a desaparecer de Twitter. Al parecer, MBS ha ordenado una investigación para localizar desde dónde se publican esos tuits y cómo llegaron hasta ABC los documentos que se publicaron en estas páginas y las imágenes de las cámaras de seguridad.
Sin contacto con ella
El jueves, como todas las semanas desde que empezó su cautiverio, Basmah tendría que haber llamado a sus familiares desde la cárcel de Hair, pero ese contacto no se produjo. «Se quedaron esperando», cuenta a este periódico una amiga cercana a la princesa. La semana anterior sí pudieron hablar con ella, pero durante las tres semanas previas a esta última llamada, no pudieron comunicarse con Basmah y fue Sohoud quien habló con ellos.
Según ha podido saber ABC , desde su celda y hasta la zona común donde le permiten hacer llamadas, Basmah tiene que andar mucho. Sus dolencias cardiacas han aumentado tanto que le impiden llegar hasta el teléfono. Su otra hija, Sara, fue liberada al poco tiempo de que la detuvieran porque está casada con un hombre saudí y es él quien tiene su custodia. «Sohoud es soltera y Basmah es divorciada y ahora ya viuda, por lo que no tienen a un hombre que las ‘‘libere’’ y que asegure que no hablarán tras su salida de prisión», explica la misma fuente.
Los familiares de Basmah se han puesto en contacto con el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de las Naciones Unidas. Les han proporcionado toda la información que poseen sobre ella. Siguen manteniendo que las razones de su detención están relacionadas con las tierras que pertenecían a su padre (el Rey Saud , primogénito de Abdulaziz bin Saud , fundador del reino de Arabia Saudí) y los 2.000 millones de euros que tenía en Suiza, que la princesa reclamó para ella y sus 114 hermanos por ser los herederos legítimos del Rey Saud. «A Mohamed bin Nayef [el anterior Príncipe Heredero] MBS le dejó sin su insulina hasta que renunció a sus derechos dinásticos», cuenta otra amiga de la familia. Cree que a ella la mantendrán cautiva y sin asistencia médica hasta que rehuse a la herencia de su padre. Además, la princesa «no se calla»: «Ha criticado muchas veces a MBS, la guerra de Yemen y el trato de la mujer en Arabia Saudí».
