Los familiares de la princesa Basmah bint Saud temen que no aguante el cautiverio
Desde que fue detenida en febrero, solo pueden hablar con ella diez minutos a la semana. Está enferma del corazón
Cuando la princesa Basmah bint Saud pisó el pasado mes de febrero el aeropuerto de Yedah (Arabia Saudí) con sus hijas Sarah y Sohoud -con la intención de viajar a Suiza para someterse a un tratamiento por sus dolencias cardiacas-, la sobrina del Rey Salman bin Abdulaziz de Arabia Saudí y prima del Príncipe Heredero Mohamed bin Salman no podía imaginar que acabaría siendo arrestada por miembros de las autoridades de su propio país.
Aunque ocurrió hace diez meses, la noticia llegó a los medios europeos esta semana a través de la televisión pública alemana «Deutsche Welle». Al conocer la historia, ABC se puso en contacto con una íntima amiga de la princesa, quien ha asegurado que detrás de su arresto debe estar algún equipo de la Casa Real saudí que «actúa al margen del Rey Salman».
«Desde hace dos años todos los miembros de la Familia Real saudí deben pedir permisos a la Casa Real para salir del país. Basmah tenía todas las autorizaciones y aún así la detuvieron sin tener cargos contra ella», cuenta su amiga al otro lado del telefóno. Según apunta, lo que la familia de la princesa cree que ha pasado es que «como viajaba en un vuelo privado y no en un avión comercial, la detuvieron porque alguien (no saben quién) pensó que Basmah quería huir de Arabia Saudí ». Sin embargo, no era la primera vez que la princesa salía del país en un avión privado. De hecho, parece que es una práctica habitual entre los miembros de la Familia Real saudí.
Empresaria y feminista
Tras vivir durante años entre Suiza y Londres -donde tiene varios negocios-, Basmah volvió a Arabia Saudí poco antes de conceder una entrevista a ABC en enero de 2017 , donde aseguraba que ella apostaba por un cambio gradual en las costumbres y mentalidades de los ciudadanos para que hubiera una evolución social en su país respecto a los derechos humanos y la igualdad de género.
Aunque sabe que queda muchísimo por hacer, desde entonces Basmah ha celebrado los cambios que ha habido hacia las mujeres saudíes, que ya pueden conducir, votar e ir al fútbol. «Las reformas que se han llevado a cabo ella las ve muy positivas, por eso la familia cree que el Rey Salman y el Príncipe Heredero no saben nada sobre su secuestro porque ella nunca ha hecho o dicho algo que les pueda perjudicar y además se lleva muy bien con el Rey», explica la fuente. Y añade: «Pero ella sabe muchas cosas que pasan en Arabia Saudí y por eso la retienen. Dentro del círculo de Mohamed bin Salman hay gente que quiere retirar a los que son muy amigos de Mohamed bin Nayef , el antiguo Príncipe Heredero. Basmah es también prima de Nayef y es muy cercana a él. Conoce bien la historia de cómo fue relevado de su cargo y temen que salga del país y hable con algún periodista».
Desde que comenzó su cautiverio a la princesa solo le permiten hablar con sus familiares diez minutos a la semana. Sohoud está con ella. La vigilan mientras habla para que no dé ningún dato sobre su paradero. Saben que está en Riad, incluso apuntan a que quizá se encuentre en The Ritz-Carlton: «Quienes la retienen han asegurado a su familia que está en un sitio seguro y que no tienen intención de hacerle nada malo , pero ya lleva muchos meses recluida y además con un problema de corazón».
En Arabia Saudí la princesa no tiene demasiados apoyos: «Tiene 114 hermanos , pero con la mayoría no tiene relación y otros, sobre todo las chicas, se distanciaron de ella por las entrevistas que daba en la prensa extranjera. Las mujeres de su familia son muy conservadoras. Consideran que tienen que obedecer y que hay cosas que no pueden hacer, pero Basmah no piensa así. Allí hay opresión. Y los que se oponen a ella, como la princesa, son los malos».
El Rey Salman hace años que ya no viaja al extranjero porque padece alzheimer. Los familiares de Basmah han intentado ponerse en contacto con él sin éxito. Saben que si viajan a Arabia Saudí para reunirse con él podrían correr la misma suerte que la princesa. «Esperan que cuando el Rey Salman lea todas las informaciones sobre el secuestro de su sobrina en la prensa extranjera, pregunte por ella y la pueda liberar . Tiene alzheimer, pero todavía tiene momentos lúcidos».
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