Exclusiva
ABC accede a las pruebas que desataron el secuestro de la princesa Basmah bint Saud
Este periódico ha tenido acceso a las cámaras de seguridad del ático de la princesa en Yeda, donde fue capturada por ocho hombres armados
Este diario también aporta documentos inéditos que certifican que la princesa saudí debía ser tratada en Suiza de sus dolencias cardíacas en febrero de 2019
Basmah bint Saud luchaba por la devolución, a ella y a sus 114 hermanos, de unas tierras en su país natal y de 2 billones de euros que su padre tenía en Suiza
Un año y quince días. Es el tiempo que la princesa Basmah bint Saud lleva encerrada en la prisión de máxima seguridad de Hair, a las afueras de Riad, por órdenes expresas de su primo, el Príncipe Heredero Mohamed bin Salman (MBS), quien ejerce como jefe de facto del Gobierno en Arabia Saudí.
Todo ocurrió el 28 de febrero de 2019. Tras la negativa de sus familiares en el poder para que la dejaran viajar a Suiza -donde debía someterse a un tratamiento médico para superar sus problemas cardíacos-, la princesa pagó 80.000 euros a la empresa Redstar Aviation para que la sacara del país mediante una ambulancia aérea. Los permisos parecía que estaban en orden y el jet privado -que la trasladaría con sus hijas ( Sarah y Sohoud ) desde Yeda-, preparado. Pero el avión nunca despegó.
ABC ha tenido acceso en exclusiva a las cámaras de seguridad del ático de la princesa en Yeda, a donde Basmah y sus hijas se dirigieron tras su intento fallido por salir del país. En el interior de su domicilio la esperaban ocho hombres armados y vestidos con ropa occidental que, según la grabación, parece que recibían órdenes de otro hombre que llevaba una abaya blanca y que no dejó de dar vueltas por la casa mientras hablaba por teléfono. Las imágenes se interrumpen cuando dos de esos hombres caen en la cuenta de que están siendo grabados y tapan las cámaras. Instantes después de este fundido a negro, Basmah y sus hijas fueron capturadas en su propia casa.

«Esos hombres le dijeron que eran enviados de la corte real y que estaban ahí porque tenían que llevarla a hablar con su primo, el Príncipe Heredero. Por las pintas que tenían, Basmah supo inmediatamente que no iba a ver a MBS», cuenta una fuente cercana a la princesa a este diario. Basmah permanece desde entonces en la celda 108 del módulo B9 de la prisión de alta seguridad de Hair. Sus hijas están recluidas en otros habitáculos. Una vez a la semana, la dejan comunicarse con el exterior. « Se encuentra muy mal , ha pedido ayuda médica pero no se la dan. Sus familiares están preocupados porque no saben cuánto tiempo aguantará», explica la misma fuente.
Motivos para el secuestro
Para entender las razones que el entorno de la princesa baraja como posibles motivos para retenerla , hay que remontarse a 1964: cuando el Príncipe Heredero Fáisal bin Abdulaziz , aprovechando que su hermano -el Rey Saud bin Abdulaziz - se encontraba en Grecia para someterse a un chequeo médico, dio un golpe de Estado, le arrebató el Trono al padre de Basmah y privó a sus herederos de sus derechos dinásticos. «El Rey Saud era el primogénito de Abdulaziz bin Saud, fundador del reino de Arabia Saudí. Como fue el primero de la dinastía en reinar, el padre de Basmah eligió las tierras más extensas y que daban mayores beneficios. Cuando Fáisal se convirtió en Rey tomó posesión de todas esas tierras. No podía confiscarlas porque pertenecían a su hermano, pero sí podía administrarlas». A día de hoy, esas propiedades no han llegado a los hijos del Rey Saud.
A finales de 2016, aprovechando su estrecha relación con su primo -y entonces Príncipe Heredero, Mohamed bin Nayef - y su cercanía al Rey Salman (hermano por parte de padre del Rey Saud), Basmah volvió a su país natal con la intención de recuperar lo que considera que es suyo y de sus 114 hermanos: las tierras de su padre y los 2 billones de euros que, según fuentes cercanas a la princesa, el Rey Saud tenía en varias cuentas en Suiza.

Al poco tiempo de llegar, Basmah reclamó un terreno de 23.456 metros cuadrados en el municipio de Taif que perteneció a su padre. El 8 de diciembre de 2016, recibió respuesta mediante un telegrama del Ministerio del Interior. En el documento, al que ha tenido acceso ABC, le comunicaban a la princesa que esos terrenos habían sido cedidos a la Universidad de Taif . La princesa pidió como indemnización una casa en Yeda que el Gobierno nunca le dio.
Mientras seguía reclamando propiedades, ya en 2017, rastreó el dinero de su padre y dio con unas cuentas en Suiza que albergaban 2 billones de euros. «Basmah tiene en su poder unos documentos que acreditan que esas cuentas se bloquearon cuando su padre fue depuesto. Pidió tener acceso a ellas y nunca le respondieron», explica otra amiga de Basmah. Al poco tiempo de solicitar ese dinero, Bin Nayef fue retenido por personas cercanas a MBS y obligado a renunciar a sus derechos dinásticos.
El círculo cercano a Basmah también sospecha que otra de las razones por las que la tienen cautiva es porque « ella no se calla»: «Ha criticado muchas veces a MBS, la guerra de Yemen y el trato de la mujer en Arabia Saudí. Desde el Gobierno debían temer que ella saliera del país y contara a la prensa cómo consiguieron que Bin Nayef cediera el Trono a su primo».
Para retener a Bin Nayef en 2017 siguieron el mismo modus operandi que hace un año con Basmah. «Cuando esos hombres vestidos con ropa occidental le dijeron que MBS quería hablar con él, Bin Nayef sospechó que podía ser una trampa y dijo que solo hablaría con el Rey Salman», apunta un amigo cercano al ex Príncipe Heredero. Y señala: «Le dijeron que el asunto era urgente y le llevaron a un lugar que al parecer pertenecía a MBS. Bin Nayef es diabético y le dejaron sin su insulina durante horas, hasta que accedió a firmar su renuncia». Desde entonces, Bin Nayef permanecía bajo arresto domiciliario. Hasta esta semana, cuando MBS le acusó a él y al príncipe Ahmed bin Abdulaziz (sus principales rivales) de traición.
«Siguiendo el patrón de Bin Nayef, quizá a la princesa la mantengan en prisión hasta que decida renunciar a las tierras de su padre», explica un amigo cercano. Desde que su primo fue depuesto, y viendo que el Rey Salman no la puede proteger -porque, al parecer, «padece Alzehimer desde hace tiempo»-, Basmah ha hecho todo lo posible para salir del país: « Está muy grave y necesitaba el tratamiento . Pero, además, si se iba su intención era no volver porque sabía que esto podía suceder».
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