La oposición acusa a Urkullu de adelantar las urnas para no afrontar una «crisis» al final de la legislatura
Los partidos exigen al lendakari que dé explicaciones por Zaldibar y los presuntos contratos adjudicados «a dedo» a empresas de un cargo del PNV
La principal causa que esgrimió el lunes Iñigo Urkullu para adelantar las elecciones del País Vasco al 5 de abril fue la situación de «impasse» en la que se encuentra sumido el Parlamento. Desde las filas del PNV hablan de «bloqueo» de la oposición, lo que recuerda a la famosa «pinza» que denunciaron meses atrás sus portavoces en la Cámara de Vitoria. De hecho, en lo que respecta al programa legislativo la segunda etapa de Urkullu como presidente vasco ha sido pobre: solo se han sacado adelante ocho leyes, y casi una treintena de iniciativas se han quedado en la nevera.
Pero en lo que el lendakari no quiso ahondar es en el hecho de que sí tenía propuestas sobre la mesa para avanzar en su programa legislativo y alargar de esta forma la legislatura. Podemos, partido que facilitó la aprobación de los Presupuestos de 2020, se ofreció a pactar al menos ocho normas , según desveló ayer su portavoz, Lander Martínez. Es más, el pasado diciembre el propio Urkullu aseguraba que aún había mucho trabajo por hacer esta legislatura, lo que hacía augurar, habida cuenta de su acercamiento con la formación morada, que finalmente podría no materializarse el fantasma del adelanto electoral.
La lectura que hacen los partidos de la oposición es la de una «huida hacia adelante» del presidente vasco para evitar el control del Parlamento sobre cuestiones incómodas como la polémica surgida en torno a los contratos que supuestamente el Gobierno vasco adjudicó «a dedo» a empresas del grupo Montai, liderado por un dirigente del PNV de Guipúzcoa y el desastre del vertedero de Zaldibar que el pasado jueves sepultó a dos trabajadores. «No ha querido afrontar con altura de miras las crisis que se le están viniendo encima », manifestó el líder de Podemos.
Unas sensaciones semejantes desprende EH Bildu, que recriminó a Urkullu que tenía todavía varios meses por delante para impulsar leyes y proyectos importantes. Maddalen Iriarte , candidata de los batasunos a lendakari, añadió que pese a la disolución del Parlamento seguirán presionando al lendakari para que rinda cuentas sobre lo ocurrido en Zaldibar. La coalición soberanista le exige que comparezca en la Diputación Permanente de la Cámara vasca para explicar la gestión de su gabinete en la crisis. .
A por la mayoría con el PSE
También ha influido en la decisión del lendakari la fortaleza del PNV en las urnas, lo que le permite incluso fantasear con la posibilidad de alcanzar la mayoría absoluta. Ante la imposibilidad de obtenerla mediante un Gobierno monocolor –«Sabemos que eso no es posible en Euskadi», reconoció el lunes–, los nacionalistas verían con buenos ojos una reedición de la coalición con el PSE.
La relación del PNV con los socialistas se extiende de hecho más allá de las fronteras vascas. El «feeling» que hay en Madrid entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el partido vasco ha cristalizado ya en un acuerdo para el traspaso de nuevas competencias para la Comunidad Autónoma, y representantes de ambas partes volverán a reunirse la próxima semana para terminar de conformaron el calendario de futuras transferencias con la gestión económica de la Seguridad Social y Prisiones en el horizonte. Ni siquiera el hecho de que el Ejecutivo vasco vaya a estar en funciones paralizará la comisión mixta de transferencias, apuntaron desde Vitoria.
Noticias relacionadas