Mínimo de 35 metros, con balcón y con perspectiva de género: así serán por decreto las viviendas en el País Vasco
El decreto entrará en vigor en septiembre y también se aplicará a las reformas integrales de viviendas antiguas.
Las minicasas sin balcón serán historia en las nuevas construcciones del País Vasco. Según el nuevo decreto de Vivienda que el Gobierno vasco ha aprobado este martes, y que entrará en vigor a finales de año, las viviendas que se construyan a partir de ahora tendrán que tener una superficie mínima de 35 metros cuadrado s a los que habrá que añadir un mínimo de cuatro metros cuadrados adicionales para construir un balcón .
Según ha explicado el consejero de Vivienda vasco, Iñaki Arriola, el objetivo del decreto es incorporar a las viviendas el concepto de « espacio exterior » que ha adquirido gran importancia tras el confinamiento forzoso que impuso la pandemia. De esta manera, los espacios exteriores de hasta 10 m2 dejarán de computar en términos de edificabilidad. Los arquitectos podrán compensar en sus diseños la falta de balcón ampliando el espacio destinado a la sala de estar, aunque esos metros, a diferencia de los de la terraza, sí computarán a efectos de edificabilidad.
Además, las viviendas del futuro terminarán con la vieja distribución de dormitorios. Hasta ahora lo habitual es que las viviendas contaran con un dormitorio principal grande y otros mucho más pequeños. A partir de ahora, sin embargo, todas las habitaciones deberán tener una superficie mínima de 10 metros cuadrados y sólo se podrá reducir el tamaño del tercero siempre y cuando se añadan metros extra al salón. «Las habitaciones se convertirán en espacios multiusos donde además de dormir se pueda jugar o jugar», ha explicado Arriola.
Perspectiva de género
El Gobierno vasco quiere que la perspectiva de género también esté presente en las nuevas construcciones . Esta nueva visión arquitectónica se notará en el diseño de los edificios y zonas comunes, donde deberán desaparecer recovecos y ángulos ciegos para incrementar la seguridad.
También se dejará notar en la distribución interior. Con la nueva regulación, las cocinas pequeñas pasarán a la historia y a partir de ahora deberán incorporar un mínimo de entre 7 y 12 metros cuadrados, en función del tamaño total de la vivienda. El objetivo es que al ampliar el espacio se facilite que pueda haber dos personas a la vez realizando tareas del hogar y así se fomente el reparto de tareas domésticas.
Además, el decreto establece que estas zonas donde preparar la comida tendrán «preferentemente las dimensiones de cocina-comedor». Cuando no sea posible, ambos espacios, la cocina y el comedor, deberán ser «colindantes» o tener una «conexión visual» que permita mantener la unión entre los dos espacios.
Según ha explicado Arriola, el objetivo de esta norma es dejar atrás las «viviendas rígidas» que proliferaran hasta ahora y crear lugares «más versátiles y flexibles ». Es decir, se trata de que una misma vivienda pueda irse adaptando con el tiempo a las necesidades diferentes que vayan surgiendo en una misma familia sin necesidad de hacer mucha obra. «Es una norma que incorpora criterios de regulación avanzada», ha resumido Arriola.
El decreto aprobado este martes se publicará en septiembre y entrará en vigor a finales de año . Habrá un periodo de tres meses de transición para no perjudicar a los proyectos ya en marcha. A partir de ese momento deberán adaptarse a él tanto las nuevas promociones como todas aquellas familias que quieran realizar una reforma integral de sus viviendas.
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