Sorpresa en la Casa de Campo de Madrid: unas garzas reales anidan en pleno lago
Suelen instalarse en árboles altos, pero esta vez han elegido la estructura de un géiser. El confinamiento y la instalación de islas vegetales flotantes atraen a nuevas especies nunca vistas en la zona como el tarro canelo, el zampullín chico y la focha común
La calma que trajo el confinamiento a la Casa de Campo –estuvo cerrada al público durante más de dos meses– y las nuevas islas «vegetadas y flotantes» instaladas por el Área de Medio Ambiente y Movilidad en el lago han propiciado la llegada de nuevos e inesperados inquilinos . Durante el estado de alarma una pareja de garzas reales anidaron sobre la estructura del géiser. Sus cinco polluelos acaban de nacer y ya revolotean por la orilla , a pesar de que se reabrió el parque a la presencia humana y ya se ha recuperado el servicio de barcas recreativas .
Este hecho ha sorprendido a los expertos de Medio Ambiente porque, según indicaron a ABC, «generalmente, se instalan en árboles altos y cañaverales» . Según destacaron, su presencia es muy positiva, ya que permiten controlar especies invasoras como la trucha arco iris o los roedores. El lago de la Casa de Campo es un punto de atracción para la fauna, en especial para las aves como anátidas, cormoranes, gaviotas y aviones comunes , entre otras, pero no se esperaban que encontraran en él su hogar las garzas.
Gracias a la instalación de esas islas vegetales se han observado el entorno especies poco frecuentes o inexistentes en la Casa de Campo como el tarro canelo, o hasta ahora no presentes, como el zampullín chico y la focha común . Incluso, por primera vez se escuchan desde la orilla del lago a ejemplares de rana común croando desde las islas.
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