La primera campaña de donación de sangre en la Real Casa de Correos continúa hoy y mañana
La sede del Gobierno madrileño en la Puerta del Sol acoge este dispositivo especial para obtener 3.000 bolsas
Quique Crespo ha perdido la cuenta del número de veces que ha donado sangre. Aunque la última, este miércoles por la mañana, cumple con muchos requisitos para ser recordada. «Soy donante habitual y llevaba un tiempo queriendo donar pero no podía», resume este policía nacional, de 40 años y 0 positivo, mientras aprieta un pedazo de algodón contra su antebrazo. El centro de donación se desplazó ayer muy cerca de su lugar de trabajo, a la Real Casa de Correos . Por primera vez y durante 72 horas, la sede del Gobierno madrileño se ha transformado en un pabellón de donación de sangre .
Hoy y mañana, entre las 9 y las 21 horas, los políticos que acostumbran a cruzar el patio principal del edificio serán sustituidos por 30 profesionales del Centro de Transfusión y 16 camillas. Las reservas de sangre siempre peligran después de las fechas navideñas, cuando las donaciones caen en picado, y el paso de Filomena ha bloqueado los desplazamientos y acentuado la escasez. En tres días, este dispositivo especial pretende alcanzar las 3.000 donaciones para restablecer el nivel óptimo de stock sanguíneo.
El responsable del despliegue, el hematólogo Juan Diego Rodríguez, es optimista: «Los datos preliminares en los hospitales son excelentes. Solo el martes conseguimos 1.500 bolsas». La meta de la primera jornada eran otras 500. Los primeros donantes fueron puntuales, sortearon el hielo de la Puerta del Sol y accedieron a la Real Casa de Correos por una de las puertas traseras. En el interior, bajo arcos de piedra y cristaleras, trajinaban entre las distintas etapas del proceso: entrada y registro, selección, identificación y etiquetado, extracción y recuperación.
En esta última zona, Gema Benito, de 24 años, descansaba en una silla tras donar sangre por segunda vez en su vida. Solo cogió una botella de agua del bufé de sándwiches y latas de Coca-Cola. «Me enteré de que hacía falta y ya que no tenía palas he venido a ayudar », dijo. Se lo comentó a su grupo de amigos, «pero a ellos no les pilla tan cerca».
Céntrico y accesible
Gema, que nació en Logroño y estudió Periodismo en la Universidad Complutense, comparte piso en Tirso de Molina, a menos de 10 minutos a pie desde Sol. La excepcional ubicación del dispositivo se ha elegido por Filomena; es un punto céntrico y fácilmente accesible en transporte público . Sara, de 41 años y A positivo, madrugó y viajó en Metro —el único medio de transporte que se ha salvado de las inclemencias del temporal— desde la estación de Oporto para estrenarse como donante. Solo de sangre. Ya ha regalado sus plaquetas y está apuntada en la lista de donantes de médula.
«Han hecho un llamamiento y es una oportunidad para ayudar en las circunstancias en las que estamos », explicaba, con la vía puesta y teñida de carmesí. En poco más de 5 minutos, cada donante regaló 450 mililitros de sangre. Al mediodía, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, paseó entre las camillas. La respuesta de los madrileños a la campaña ha sido «formidable», dijo. De hecho, las 1.500 donaciones del martes han permitido «recuperar toda la actividad normal», si bien el dispositivo en Sol continuará para tener «cierta tranquilidad», trasladó el consejero. Se requieren todos los grupos sanguíneos.
Noticias relacionadas