Los partidos dejan solo a Vox por la violencia machista
Les reprochan su actitud, denuncian que se equivocan y les piden que rectifiquen, mientras se unen en aprobar medidas contra esta lacra
En el Día Internacional de Eliminación de Violencia contra la Mujer , que conmemora el asesinato de las «mariposas», las tres hermanas Mirabal, bajo la dictadura de Leónidas Trujillo, los partidos políticos con representación en la Comunidad y el Ayuntamiento madrileño unieron sus fuerzas para pararle los pies a Vox. Sus mensajes fueron todos en la misma dirección: dejar sola a la formación conservadora en su posición en torno a la violencia machista, que les exigieron rectificar.
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En el Ayuntamiento hubo una protesta de todo menos sorda: se escucharon pataleos, protestas y gritos.Pero el ruido no distrajo la acción política: todos los grupos del Ayuntamiento, menos Vox –salvo que cambie de opinión– aprobarán en el pleno del miércoles 21 medidas concretas de apoyo a las víctimas, entre ellas la apertura 24 horas al día de centros de atención o campañas de sensibilización.
Almeida acusó a Vox de «reventar» el acto e ir a «hacer politiquería»
Fue Javier Ortega Smith (Vox) quien destapó la caja de los truenos al criticar el «consenso del silencio negacionista» de la violencia machista que, a su juicio, desprotege a los hombres que sufren violencia de mujeres» y a «las mujeres que la sufren de sus parejas lesbianas». Un discurso que provocó que parte del público se levantara y se marchara.
El alcalde José Luis Martínez-Almeida (PP) le acusó de «reventar» el acto y de hacer «politiquería»; la vicealcaldesa Begoña Villacís (Cs) se preguntaba «quién tiene más papeletas para ser violado, él o yo», y le recordaba que «la violencia machista es un hecho» que nadie debería cuestionar.
Maite Pacheco (PSOE) insistió en la necesidad de unidad: «Tenemos que estar todos, especialmente desde que Vox está aquí; han venido a rompernos por dentro». Y Rita Maestre (MM) acusó a Vox de tener «poquísima empatía» y llamó al resto de partidos a «no cederles ni un paso, ni un guiño».
Mensajes en Sol
Aunque mucho más institucional en las formas, el acto organizado en la Real Casa de Correos estuvo igualmente plagado de mensajes: los de la presidenta Isabel Diaz Ayuso (PP), rodeada por todo su Gobierno –y hasta por el presidente nacional de su partido, Pablo Casado– pidiendo sacar la violencia machista «de la refriega política» porque «existe». «No podemos caer en el error de dividirnos políticamente, porque las víctimas son las perjudicadas».
En su línea, el vicepresidente Ignacio Aguado (Cs) se comprometió a que no haya en los presupuestos regionales «ninguna partida que suponga retrocesos en violencia de género ni en derechos LGTBI». El consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, avisó que los que «se dedican a bloquear se equivocan».
El líder de la oposición, Ángel Gabilondo (PSOE), coincidió con Ayuso en la llamada a la unidad: «Si una mujer es maltratada, esto no es objeto de negociación». E insistió en su análisis, cargado de sentido común: «Tenemos mucho que hacer y ahí no hay siglas que valgan».
Desde el PP, Alfonso Serrano ponía el acento en la unidad que ese día mostraban los partidos en la Asamblea: «Esto es un ejemplo de lo que debe ser» porque, como ha recordado, «hacer un discurso excluyente, sea de un extremo político o del otro, es malo para el objetivo común».
Los matices los pusieron desde Más Madrid y Unidas Podemos, interesados por igual en criticar a Vox y en no restar responsabilidad a quienes se sustentan en sus votos para gobernar, PP y Cs: Pablo Gómez Perpinyá (MM) les pidió «que PP y Cs pasen de las palabras a los hechos» porque ahora «se encuentran secuestrados por la extrema derecha», algo que es grave no sólo por lo que pasa sino también «por los más de tres años que nos quedan».
Por su parte, la diputada de Unidas Podemos Beatriz Gimeno tachó de «hipócrita» que el Gobierno regional organice actos institucionales de lucha contra la violencia machista mientras están «permanentemente» pactando con Vox.
Precisamente desde este último partido, su portavoz regional, Rocío Monasterio, participó en el acto como «homenaje a las víctimas y sus familias», y allí pedía «cadena perpetua» para maltratadores y modificar la Ley de Violencia porque, a su juicio, «no está funcionando».