Opinión
Madrid necesita comida
La concejal socialista porpone convocar la Mesa Social por distritos y dar una ayuda básica de emergencia entre los 70 y 300 euros, que pase de ser puntual a tener una periodicidad media
Hace cuarenta días desde que Madrid colgó el cartel de «cerrado por coronavirus» y la vida de nuestra bulliciosa ciudad se paró en seco y los problemas sociales empiezan a desbordarse. Los servicios sociales están saturados . Sus excelentes profesionales lo están dando todo, pero las necesidades no paran de incrementarse y se sienten frustrados e impotentes por no poder responder a la demanda que hay fuera.
Madrid no llega. No llega a dar de comer a muchísimas familias vulnerables , a niños y niñas que llevan más de un mes alimentándose de manera insana por decisiones erróneas y no rectificadas de la administración competente. No llega a todas las personas que se han quedado en paro o en situación de desempleo temporal. No llega a las madres solas que apenas llegaban a fin de mes y ahora no lo hacen. No llega a todas las personas mayores que se quedaron sin los Centros en los que comían caliente todos los días... Y un largo rosario compuesto por cuentas de angustia infinita.
Madrid necesita comida. Hace falta decirlo alto y claro para que la bofetada de realidad haga que el Gobierno Municipal reaccione con celeridad y decisión. No son tiempos de servicios sociales del siglo XX para una crisis del siglo XXI. No son tiempos de ahorrar en presupuestos, sino de rehacerlos con una inversión importante y focalizada en las personas que se están quedando atrás. No son tiempos de seguir descargando las obligaciones de nuestro Ayuntamiento en redes de cuidados o en magníficas entidades que surgen porque la Administración no llega, pero que también están rozando el colapso. No son tiempos de seguir diciendo que nuestros y nuestras trabajadoras sociales son fantásticas, que lo son, pero no dotarles de las herramientas y la posibilidad de actuar con diligencia y rapidez, para adaptarse a una situación que requiere de decisiones indubitadas, de más personal, audacia y creatividad en las formas y ayudas.
Es el momento de organizar el esfuerzo que en estos cuarenta días Madrid ha ido construyendo espontáneamente, gracias a la colaboración de entidades y colectivos que han duplicado y triplicado sus esfuerzos en cada calle, en cada barrio. El Ayuntamiento tiene que hacerse cargo de la alimentación de la gente y el Gobierno Municipal tiene que coger los mandos.
Proponemos que el Ayuntamiento convoque una Mesa Social por distrito, donde estén quienes mejor conocen la vulnerabilidad de cada barrio: colegios, centros de salud, redes y entidades sociales, y en la que se coordine de forma conjunta cada caso.
Para que a la persona vulnerable se le ponga cara y ojos, debemos eliminar el requisito del informe previo. Necesitamos que la gente que necesita ayuda se dirija a los servicios sociales sin un informe de idoneidad que, en una situación de confinamiento y saturación, es inviable. Cuando todo pase, ya ajustaremos cuentas y exigiremos al que haya intentado engañar a la administración, pero que un informe no nos impida ver ni afrontar la necesidad real de nuestra ciudad.
Consideramos necesario que se flexibilicen las ayudas. Una ayuda básica de emergencia entre los 70 y 300 euros , que pase de ser puntual a tener una periodicidad media, que valore cada profesional. Esto, que parece evidente sería pionero en nuestra ciudad. Y sobre todo, eficaz para acabar con las colas de personas en las Juntas de distritos, en las iglesias, en las ONG. Acabaría con con la falta de información para saber con qué recursos puede contar.
Madrid se está volcando pero aun así no es suficiente. Antes de organizar la recuperación de la ciudad, aún necesitamos cubrir lo más básico: los madrileños y las madrileñas necesitan comer.
Maite Pacheco Mateo-Sagasta
(Concejala socialista de Familias, Igualdad y Bienestar Social)
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