Golpe al clan de los Gordos en una macrooperación contra la venta de cocaína y heroína en la Cañada

La intervención, en la que participa un centenar de agentes, se lleva a cabo en el Sector VI del asentamiento, donde se ha detenido a seis personas

Intervención de los agentes en la Cañada Real Policía Nacional

Carlota Barcala

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Nuevo golpe a la venta de droga en la Cañada Real . La Policía Nacional lleva a cabo desde primera hora una macrooperación contra el tráfico de cocaína y heroína en el Sector VI del asentamiento, donde hay desplegados un centenar de agentes pertenecientes a la Unidad de Prevención y Reacción (UPR), Caballería, Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas (GOIT) y Grupo Operativo de Investigación Zonal (GOIZ).

La intervención, que se está practicando en cinco infraviviendas empleadas como puntos de venta o almacenaje, tiene como objetivo al clan de los Gordos . Según han confirmado fuentes policiales a ABC, los sobrinos de este histórico grupo dedicado al narcotráfico se habrían hecho con el mercado de venta de sustancias estupefacientes después del desmantelamiento del clan de los Kikos, también de la familia, a los que la Policía dio la estocada a principios de octubre.

En los registros, que todavía continúan, se ha detenido a seis personas y se ha decomisado una cantidad importante de cocaína, heroína y 22.000 euros en efectivo , además de dos armas de fuego y varios cuadernos con los horarios de los presuntos traficantes.

La Policía lleva tiempo con la mirada puesta en este negocio de la Cañada Real. Desde octubre, se han practicado al menos tres operaciones contra la venta de marihuana en el poblado. Los enganches ilegales para podere cultivar las plantas han provocado una sobrecarga en el suministro eléctrico del 500% y han dejado a ochocientas familias sin luz.

Pero el gran golpe a la actividad delictiva tuvo lugar el 5 de octubre, con la detención de 14 integrantes del clan de los Kikos . Suministraban, desde fortines y búnkeres, 200 dosis diarias de estupefacientes, lo que les proporcionaba unas ganancias superiores a tres millones de euros anuales. El líder, Kiko, controlaba desde hace siete años la venta de droga desde este «gran supermercado» que había conseguido montar con el paso del tiempo, en el que también tenían 18 armas de fuego con casi 2.000 cartuchos de distintos calibres.

La Operación Maíz , tal y como se denominó en ese momento, prosigue este martes dando un nuevo varapalo a este entramado familiar formado por ellos y los Gordos, que han continuado con la venta hasta hoy. Varias de las chabolas desde las que ejercían su actividad han sido derribadas.

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