La factura millonaria que dejan los grafitis ilegales en Madrid: 10.780 euros al día en limpieza
Malasaña es una de las zonas más afectadas por estas pintadas, que deterioran las calles y el patrimonio histórico de la capital y acarrean un coste medioambiental
Limpiar los miles de grafitis que cubren las calles del centro de Madrid supone un esfuerzo económico para el Ayuntamiento de 2,6 millones de euros de media al año. O lo que es lo mismo, 10.780 euros por día de trabajo de los operarios que se encargan de su limpieza.
Para concienciar sobre el problema de las pintadas ilegales, que abundan en el barrio de Universidad, en concreto, en la zona de Malasaña, el Consistorio —que ha divulgado estas cifras— se ha sumado este viernes, a través de la Junta Municipal del Distrito de Centro, a la campaña «Firmas» , puesta en marcha por la asociación de comerciantes Vive Malasaña.
Gracias a esta campaña, pequeños equipos de comerciantes y vecinos recorrerán las calles de Malasaña pegando marcos sobre las pintadas que hay en paredes y espacios protegidos , con la leyenda: «Esta firma puede valer mucho… Aquí, no». Estas intervenciones se grabarán y difundirán a través de redes sociales.
Nos sumamos, a través de la @JMDCentro, a la campaña de concienciación #Firmas impulsada por la asociación @ViveMalasana, para acabar con la presencia de grafitis en calles y espacios públicos. https://t.co/TPspCTZAzQ pic.twitter.com/6P6F4F6hLo
— Ayuntamiento Madrid (@MADRID) October 25, 2019
Dado que no es un problema que afecta solo a Malasaña, el Gobierno municipal estudiará la puesta en marcha de un plan específico de actuación en esta zona y en los otros cinco barrios de Centro, para tratar de buscar una solución.
Puertas centenarias pintadas
Los grafitis deterioran las calles y el patrimonio histórico de la capital, como ha insistido en un comunicado el Ayuntamiento. Solo en Malasaña hay más de 200 puertas de madera centenarias , patrimonio de los madrileños, con pintadas ilegales, según el informe de la plataforma ciudadana SOS Malasaña.
Además, al margen del desembolso económico, los grafitis acarrean un coste medioambiental . Primero, por la cantidad de agua necesaria para su limpieza, así como por la contaminación provocada por el vertido de productos químicos que se emplean en los procedimientos de lavado y baldeo.
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