La excavación arqueológica de Bailén no prevé retrasar más de lo previsto las obras de la Plaza de España

Los técnicos ya han descubierto la práctica totalidad de las ruinas del Palacio de Godoy, que solo afectan a un 10% de la superficie del proyecto de reforma

Arqueólogos y técnicos ultiman los trabajos de excavación de los restos del Palacio de Godoy hallados en las obras de la calle Bailén. Sobre estas líneas, una construcción circular y abovedada que sirvió de gasómetro para iluminar el edificio Isabel Permuy
Adrián Delgado

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Las vallas protegen de la vista de los curiosos los restos del Palacio de Godoy que han aflorado durante las obras de la Plaza de España . «Las ruinas siempre llaman la atención», explicó ayer a ABC un viandante. Para ellos, un agujero en la malla de ocultación permite ver parte de los muros y canalizaciones de fábrica de ladrillo que un equipo de técnicos y arqueólogos limpian minuciosamente en la zanja abierta en la calle Bailén desde el pasado 5 de septiembre. Dirigidos por la arqueóloga Esther Andreu, los trabajos están a punto de concluir y, según informó ayer la delegada de Obras y Equipamientos públicos, Paloma García Romero , no está previsto que afecten al proyecto de reforma de la Plaza de España. No obstante, tras cartografiar y documentar los restos encontrados , el Ayuntamiento de Madrid enviará un informe completo a la Comunidad para que sea la Dirección General de Patrimonio la que dictamine lo que se debe hacer con ellos. «Cuando se transmita a la Comunidad y nos diga lo que hacer, actuaremos en consecuencia», explicó ayer la delegada.

Esther Andreu, directora de la excavación Isabel Permuy

Los restos, tal y como informó este diario, corresponden a los sótanos sobre los que se levantó, hasta 1932, parte del conocido como Palacio de Godoy –también del Marqués de Grimaldi– que construyó Sabatini en 1766 y que hoy se conserva parcialmente en la esquina de la calle de Bailén y la plaza de la Marina Española. Escaleras, estancias y galerías de aguas pluviales han salido a la luz después de un intenso trabajo de vaciado. «Estaban rellenados con el propio material de derribo del palacio, que se demolió para ampliar la calle Bailén», explica Andreu. Entre las curiosidades que ha revelado la excavación está la estructura de un gasómetro que podría haber surtido de gas al propio edificio, algún fragmento de cerámica de la época, clavos y herrajes de puertas y una botella de la fábrica de cervezas de El Águila de los años 30.

Botella de la fábrica de cervezas de El Aguila de los años 30, hallada entre los restos arqueológicos Isabel Permuy

El edificio fue residencia de Godoy, de Joachim Murat –desde aquí dirigió a las tropas napoleónicas durante la Guerra de la Independencia– y sede del Consejo del Almirantazgo, hasta 1813 que pasó utilizarse como Biblioteca Nacional . A partir de 1826, lo ocuparon sucesivamente los Ministerios de Gracia y Justicia, Hacienda, Guerra y Marina –desde esa época fue conocida también como la «Casa de los Ministerios»–. En 1846 sufrió un incendio que destruyó parcialmente su interior, que alberga una de las joyas que dejó Sabatini en Madrid: una escalera que, arquitectos de la talla de Fernando Chueca, consideraron la mejor de cuantas diseñó.

Imagen del derribo parcial del Palacio de Godoy, a la derecha, en 1932, cuyos restos han aflorado durante las obras de reforma de la calle Bailén y la plaza de España. A la izquierda, las Caballerizas Reales, demolidas en la misma época para la construcción de los Jardines de Sabatini Museo de Historia de Madrid

«La ciudad sigue viva»

El revuelo que genera el hallazgo de este tipo de restos –que inicialmente pensaron que podrían coincidir con las Caballerizas Reales de Sabatini , de las que también se han localizado su perímetro– pone sobre la mesa el debate de su conservación. «Ni Roma conserva todo lo que tiene», opinó ayer Esther Andreu. La arqueóloga llamó a ser «coherentes» en una ciudad que «sigue viva».

En la calle Ferraz ha sido hallado el arranque de dos fábricas de mampostería de ladrillo, perpendiculares entre sí que podrían pertenecer al comienzo de los muros de cuartel de San Gil . Los restos, aunque de menor entidad, seguirán el mismo protocolo que los del Palacio de Godoy. El plazo para concluir las excavaciones termina el 10 de enero, pero el Ayuntamiento prevé finalizarlos antes de que acabe el año. La Comunidad de Madrid dió un plazo de tres meses para acometer los trabajos.

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