Cinco años de cárcel para una mujer por obligar a sus hermanas a prostituirse en Marconi
La proxeneta traía, con otro compinche, a víctimas desde Nigeria en patera; en algunos casos, les realizaba vudú para tenerlas sometida
La Audiencia Provincial ha condenado a cinco años de prisión a Sandra M. y Pedro S. P. por un delito de trata de personas con fines de explotación sexual . Sandra y su cómplice trajeron desde Nigeria en patera a sus hermanas, así como a otras mujeres, y las obligaron a prostituirse en el polígono de Marconi entre 2015 y 2016.
La dantesca historia comenzó en mayo de hace cinco años. En Benin, ciudad del país africano en el que residía, una de las víctimas sufría malos tratos por parte de su marido. Su hermana le ofreció venirse a Madrid, con la promesa de un futuro mejor . Ella aceptó y desde ese momento su vida se convirtió en un calvario. Desde Benin, con un pasaporte falso que le proporcionó un contacto de Sandra, viajó hasta Marruecos. El 7 de diciembre de 2015 llegó a Granada y consiguió una plaza en un centro de internamiento de extranjeros de Madrid, tal y como consta en los hechos probados de la sentencia.
Para que su hermana pudiese superar el viaje, Sandra y Pedro pagaron 3.000 euros a marroquíes que le evitaron los controles fronterizos. Querían, a toda costa, obtener el dinero mediante su explotación sexual y, por eso, le consiguieron asilo en España, con la condición de que trabajase para ellos y les diese el montante que ganase. Lo mismo pasó con otra de las familiares, que tenía problemas económicos, y también con otra joven, que pensaba que venía para estudiar. Esta víctima fue sometida a un « ritual de vudú en el que juró que no se iba a escapar y que devolvería la deuda que había contraído por traerla a Europa, de modo que si no cumplía su promesa se volvería loca », consta en la sentencia.
Otra de las mujeres logró huir tras quedarse embarazada y ser obligada a abortar por presión de la condenada , que tenía total control sobre ellas, sometidas a su merced. Tendrá que ser indemnizada con 60.000 euros. Todas vivían en una vivienda alquilada por los condenados, que pretendían seguir trayendo mujeres con el mismo modus operandi.
En el fallo, la Sección Tercera de la Audiencia absuelve a los proxenetas de los delitos de inmigración ilegal , pertenencia a organización criminal y aborto.
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