Las campanadas más rápidas de la historia, el vestido de Pedroche y otras Nocheviejas en Sol

Esta Nochevieja está marcada por las medidas de seguridad en la madrileña Puerta del Sol ante la amenaza terrorista. Con una alerta 4 por posible atentado, la capital estará blindada con una mayor presencia policial y con elementos arquitectónicos que impidan el paso de vehículos, como ocurrió en Niza y Berlín. A pesar de esta precaución, el histórico enclave volverá a ser el centro de atención de todos los españoles y una fiesta para recibir el nuevo año. El dispositivo será un capítulo más de una historia que ha vivido los «looks» de los presentadores y hasta un reloj descompasado.

La apariencia de la Puerta del Sol será muy similar a la del año pasado, con controles de acceso y un aforo máximo de 25.000 personas . En la presente edición, no obstante, se instalarán bolardos y maceteros para evitar cualquier tipo de ataque. En torno a 150 de policías velarán por la seguridad durante la velada.

Pero la despedida del año, una vez más, convertirá al centenario reloj de Sol en el foco de todas las miradas de España. Con 150 años recién cumplidos , es un elemento común de todas las Nocheviejas, ya sea en la misma plaza o desde casa. A su alrededor gira toda la fiesta, aunque en ocasiones no salga muy bien parado. Pocos recuerdan el recibimiento a 1997, considerado como las campanadas más rápidas de la historia. El tiempo entre cada campanada no tuvo el retardo habitual en esta fecha, tanto que la liturgia tuvo hasta 18 segundos menos que años anteriores. Quien sí se acuerde también recordará, seguramente, que aquellas uvas casi se atragantan.

No es habitual que el reloj sea el protagonista cómico de la noche, ya que los presentadores suelen acaparar las bromas de todos, sea cual sea la cadena por las que se siguen. La capa de Ramón García es un clásico, así como Ana Obregón o Anne Igartiburu , pero también ha habido otros pasajes dignos de recordar. En cualquier caso, otro denominador común es el jolgorio y barullo que se forma en la plaza, con una evolución evidente en aras de la seguridad.

Solo los mas mayores recuerdan a presentadores como Carmen Sevilla , que en 1994, junto a José María Íñigo , confundió el año y dijo «¡Feliz 1964!». Tuvieron que pasar muchos años para ver a Imanol Arias como presentador, de etiqueta y con un tupé que fue verdadera carnaza para las redes sociales. Fue tan actual como el sugerente y conmentado vestido de Cristina Pedroche , que se ganó un hueco en los momentos memorables de Nochevieja.

También es difícil olvidar la retransmisión de la televisión andaluza, que tras una desconexión privó a cerca de medio millón de hogares de seguir las tradicionales campanadas. Los videos de las familias inundaron la red durante semanas.