NOCHEVIEJA
Diez plazas españolas para despedir el año
El reloj de la Puerta del Sol es el más famoso. Pero en otras plazas de España miles de personas brindan por el año nuevo
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Puerta del Sol, el clásico (Madrid)
Salir a la calle para despedir el año a lo grande rodeados de gente, de mucha gente, es una tradición universal. Por supuesto, en España, con uvas o sin ellas, tenemos un enorme repertorio de lugares donde hacer de la última noche del año una experiencia única. La Nochevieja es una de las citas ineludibles de los festejos navideños, incluso si no se celebra el 31 de diciembre, y nuestra geografía está repleta de lugares especiales donde agotar la última página del calendario. Y si a las guirnaldas y los matasuegras, la algarabía y el cava añadimos algo de fuego, luz y color, adoquines repletos de historia y, por qué no, un poco de humor, las campanadas pueden convertirse en una experiencia única que recordar toda la vida.
Puerta del Sol, el clásico (Madrid)
El clásico indiscutible del fin de año en España. Todos conocemos el ritual: la bola baja, suena el carillón, después los cuartos y al final el reloj de la Casa de Correos da las doce campanadas mientras intentamos no atragantarnos con las uvas. Aunque podamos verlo por televisión, nada es comparable a sumergirse en la fiesta en que se convierte la plaza desde horas antes de la medianoche y escuchar las campanadas junto a los miles de personas que allí se congregan.
Fuente: Guía Repsol
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Plaza de las Tendillas (Córdoba)
Si estamos aburridos de las tradicionales campanadas, la plaza de las Tendillas de Córdoba es nuestro lugar. En pleno centro de la ciudad, y con la estatua del Gran Capitán como testigo, el reloj de la plaza, en la esquina con la calle Gondomar, prescinde de las tradicionales campanadas para dar las horas con rasgueos de guitarra a ritmo de soleares. Data de 1961 y resulta tan peculiar que es aquí donde Canal Sur ha retransmitido tradicionalmente el fin de año.
Fuente: Guía Repsol
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Plaza Mayor de Ciudad Real
La Casa Consistorial del siglo XIV presenta un reloj carillón muy particular, compuesto por figuras de Cervantes, Don Quijote y Sancho Panza que se asoman a la plaza y desfilan ante los transeúntes al ritmo de las campanadas.
La fiesta del nuevo año vive su éxtasis pasada la medianoche, cuando la gente se lanza a la calle e incluso repite las campanadas en algún otro punto de la ciudad. Tomar las uvas al ritmo del carillón cervantino es una experiencia única.
Fuente: Guía Repsol
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Plaza Mayor de Cervera (Lérida)
Muy particular es la despedida del año en este pequeño municipio de la comarca de La Segarra. Reunidos en su Plaza Mayor, los habitantes, y cualquier visitante que se deje caer por allí, pueden disfrutar de las uvas, el cava, que tradicionalmente corren a cargo del Ayuntamiento, y del esplendoroso estruendo con el que Els Campaners del pueblo hacen vibrar al gentío e incluso, los cimiento de los edificios. Tras las campanas, el espectáculo pirotécnico de Els Diables de Cervera.
Fuente: Guía Repsol
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Plaza de les Glòries (Barcelona)
Barcelona es otro destino interesante para vivir una intensa Nochevieja. Además del ambientazo que se vive en la Plaça Catalunya (donde suelen congregarse varias decenas de miles de personas), cabe destacar lo que brilla por Glòries: allí está ubicada la famosa Torre Agbar , cuya fachada a base de paneles ofrece para saltar de un año al siguiente un espectacular juego de luces al ritmo de las campanadas. Sin duda, un metrónomo diferente para marcar el tempo de las uvas.
Fuente: Guía Repsol
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Plaza Mayor de Valladolid
¿Otra plaza mayor? Sí, pero... De hecho, podría considerarse la Plaza Mayor: data del siglo XVI, fue ideada tras el incendio que asoló la ciudad en 1561, y presume de ser la primera plaza mayor regular de España. Su trazo a cordel sirvió de modelo para muchas otras, pero esta es la original. Frente a su Casa Consistorial , los vallisoletanos despiden el año al ritmo de las campanadas de su reloj de 1908. Un buen lugar cargado de historia para mirar de frente al nuevo año.
Fuente: Guía Repsol
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Plaza Mayor de Salamanca
Es una tradición de nuevo cuño, pero se ha hecho un nombre propio: la Nochevieja Universitaria. Comenzó como un acto espontáneo entre estudiantes que volvían a casa por Navidad y no querían dejar de celebrar el fin de año con sus compañeros, y se ha convertido en una cita ineludible que ha llegado a congregar a más de 30.000 personas . Lo curioso es que se celebra el 16 de diciembre y que lo que se llevan a la boca quienes participan no son uvas, sino gominolas.
Fuente: Guía Repsol
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Passeig de la Indústria 25, Banyoles (Gerona)
En la localidad gerundense de Banyoles, el fuego es absoluto protagonista de la entrada en el nuevo año. Mientras suenan las doce campanadas de rigor, las llamadas Gàrgoles de Foc se encaraman a la azotea del Ayuntamiento y ofrecen un espectáculo de luces y fuego que ilumina toda la plaza. La tradición manda, además, que vuelva a repetirse una hora después , a la una de la madrugada. Por si uno llega tarde a la entrada del año.
Fuente: Guía Repsol
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Plaza de España de Lepe (Huelva)
Los vecinos de este pueblo están convirtiendo en una tradición mayor reunirse para despedir el año el día 30 de diciembre, un día antes que el resto del país. En un principio, se trataba solo de un «ensayo general de las campanadas» que al día siguiente se celebran en el recinto de la Romería. Sin embargo, si el tiempo lo permite, los leperos se toman muy en serio la celebración adelantada de la Nochevieja. La cifra de asistentes crecen cada año.
Fuente: Guía Repsol
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Plaza de la Iglesia de Bérchules (Granada)
Para madrugadores, los vecinos de Bérchules. En 1994 un corte eléctrico impidió la correcta celebración de la Nochevieja y desde entonces la comunidad de este pueblo granadino repite la fiesta… en agosto.
La Nochevieja en Agosto se ha convertido así en cita habitual del calendario de la localidad. Y una fiesta, propia y particular, que cada año atrae más turistas al pueblo para tomarse las uvas sin forro polar.
Fuente: Guía Repsol