Elecciones al COAM
Los arquitectos de Madrid eligen decano tras quedar descabezados en junio
Cuatro candidatos compiten por cerrar la crisis que llevó a la moción de censura
No hace ni cinco meses, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid fue noticia por la moción de censura que desbancó a su entonces decana, Belén Hermida . Se inició entonces un proceso marcado en sus estatutos que, tras pasar un periodo de transición bajo la regencia de una junta de edad, pone ahora de nuevo el futuro de la institución en manos de los colegiados.
El COAM se ha convertido, en los últimos tiempos, en un polvorín, donde la tensión llegó a su cima con la salida forzada de la decana Hermida. Todo ello, en plena pandemia y con los profesionales de la arquitectura sufriendo en propias carnes la crisis económica derivada de la pandemia.
Ahora, llega el momento de la renovación de cargos: desde finales de octubre se vota telemáticamente, y el 12 de noviembre se hará de manera presencial, para elegir entre cuatro candidatos a un nuevo decano que ocupará el cargo durante el año y medio que queda del mandato.
Renovación
Renovación-COAM es la candidatura que encabeza Sigfrido Herráez , ex concejal de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid con el alcalde José María Álvarez del Manzano. En su equipo combina nombres históricos de la arquitectura, como Pablo Olalquiaga, hijo de Rafael Olalquiaga; o Ramón Andradas, hijo del que fuera arquitecto jefe de Casa Real y gerente de Patrimonio Nacional; con jóvenes como Eugenia del Río. Su oferta es la experiencia en gestión que aportan.
Las prioridades de su programa son redimensionar el Colegio –que tiene el mismo número de trabajadores que en las épocas de bonanza económica, cuando se visaban muchos más proyectos, señalan– y la defensa de los arquitectos, llegando a acuerdos con las administraciones sobre la Ley de Arquitectura o la gestión de las licencias. Propone también contar con unos honorarios fijos: los arquitectos jóvenes «pueden estar cobrando 8 euros la hora».
Otras líneas de trabajo se dirigen hacia la mejora de actividades como los visados de proyectos: «En el Colegio de Aparejadores se visa en un día; aquí tardamos 12». Y sugiere varios niveles de colegiación, con distintas tarifas, que recoja las diferentes circunstancias que se pueden dar.
Sumando
Sumando es la candidatura conjunta de Nuevo COAM, ADN y Punto de Encuentro, cuyo candidato es Fernando Landecho , que ya optó al decanato en las elecciones de 2019. En su programa, se plantean el problema de los honorarios, que «siguen a la baja», por lo que el Colegio «debe hacer que no se pueda trabajar por debajo de costes». Proponen además una reforma en los concursos de arquitectura, que presentan en ocasiones «plazos imposibles y honorarios muy bajos», y ofrece recuperar la Oficina de Concursos.
Ante el «atasco» en los visados, la candidatura de Landecho plantea «simplificar el protocolo y reforzar los medios humanos». Otra de sus propuestas se refiere a las licencias: piden que se otorguen en plazos rápidos.
Más humana
La tercera candidatura que se presenta es +humanA , y su candidato a decano es Luis G. Sanz . En su caso, proponen un Colegio que trabaje «con prácticas y herramientas democráticas más propias de nuestro tiempo», y con «tecnologías de la participación que hagan posible la consulta permanente a los colegiados, conocer el sentido de su voto y sus propuestas».
Esta candidatura quiere poner en el centro del debate temas como «la ecología, la arquitectura saludable, el derecho a la vivienda y el diseño universal». Y propondrá la puesta en marcha de una «oficina de buenas prácticas y defensa del arquitecto».
A4C
A4C es la cuarta opción, capitaneada por Javier Alonso Madrid . Sus prioridades en este sentido pasan por «facilitar la vida profesional de los arquitectos», e incluyen «defender sus honorarios», y sacar «la política del Colegio: el COAM no es el Congreso y la profesión no tiene nada que ver con las ideologías políticas que todos tenemos; los intereses y las soluciones son comunes», señalan en sus redes.
Proponen una «formación útil y práctica» con cursos que se impartirían en el Colegio, «aplicados a las necesidades reales e impartidos por los mejores». Y se comprometen a acabar con los «chanchullos: ninguna relación de favores debidos, romper con las inercias de siempre». En las gestiones profesionales, plantean una completa digitalización.
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