Cartas al alcalde

El hotel

El hotel es, en rigor, un universo insomne, y la vida en él es una vida de holguras que incluye spa, o las vistas al mejor crepúsculo de la ciudad, que resuelve a diario una catástrofe de bellezas

Exterior del hotel Westin Palace, en Madrid Guillermo Navarro

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Tiene uno pasión por los hoteles, alcalde, porque un hotel es una versión de la libertad. Madrid tiene hoteles de vitola , desde el Palace, donde al alba llevaban a Ava Gardner directamente a su habitación en trote de carretilla, hasta el Villamagna, donde Madonna ocupaba una ‘suite’ alquilando una planta entera. Tener citas en un hotel ha sido desde siempre un vicio de espías, o escritores. Pero damos uso a los hoteles, por lo común, cuando salimos de viaje, y no cuando estamos aquí, con lo que el hotel de Madrid consta poco o nada en la biografía del madrileño de padrón.

Diríamos, por lo rápido, que los hoteles son para los pasajeros . De ahí que nos guste la iniciativa inminente de arrimar al madrileño a sus hoteles, bajo el lema ‘enamorados de Madrid’, con ofertas diversas, aprovechando de arranque la fecha del 14 de febrero . Se aúpa así el hotel como reclamo para vecinos, con lo cual tenemos a mano un gozo de viajeros, pero sin movernos del barrio.

Hay previsión de varios días de ventajas dentro de los hoteles de Madrid, desde cenas a espectáculos , y lo que me parece un acierto mayor es que se convide a vivir el hotel, que no es sólo una cama de paso, y un minibar de deshoras. El hotel es, en rigor, un universo insomne, y la vida de hotel es una vida de holguras que incluye spa, o las vistas al mejor crepúsculo de la ciudad, que resuelve a diario una catástrofe de bellezas . El viajero suele acudir al hotel como intendencia, pero no como disfrute del hotel en sí mismo, que es un placer de aristocracia , con titulación y sin titulación, donde te lo dan todo hecho.

Hubo viajeros que hicieron mucha ruta, pero de hotel en hotel. Los hay. Es un viaje interior, el hotel, donde además te dan masajes o tienes una piscina en el cielo. Madrid reúne un ramo de hoteles fastuosos, a los que ahora hay que agregar los hoteles con encanto, donde se nos va a poner fácil llevar un día, o dos, o tres, de buena vida bajo precios de un tiempo de rebajas , de una oscura temporada de pandemia . Se nos está invitando a hacer turismo dentro de Madrid y, lo que aún es mejor, dentro de los hoteles de Madrid. La ciudad va por dentro. ‘Hotel, dulce hotel’, escribía Sabina. Y razón llevaba el pirata.

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