Los 22 rastreadores de Quirón deberán hacer al menos 190 encuestas diarias
El contrato, licitado por la Dirección General de Salud Pública, dependiente de la Consejería de Sanidad, ha sido tramitado «con carácter de emergencia» dado el repunte de los casos positivos
El temor ante una segunda oleada del Covid-19 ha provocado que las comunidades autónomas muevan ficha para paliar los devastadores efectos del patógeno. En este marco de crisis, la región de Madrid -la más golpeada con 8.458 muertos desde el inicio de la pandemia, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad- ha adjudicado un contrato de 194.223,15 euros al Grupo Quirón para que 22 rastreadores lleven a cabo durante tres meses el «seguimiento de casos e identificación de contactos» de personas afectadas por este motivo.
El contrato, licitado por la Dirección General de Salud Pública, dependiente de la Consejería de Sanidad, ha sido tramitado «con carácter de emergencia» dado el repunte de los casos positivos. «Teniendo en cuenta que queda acreditada la concurrencia de una circunstancia excepcional derivada de la situación de la necesidad motivada por la crisis sanitaria en que nos hallamos (...) la Dirección General de Salud Pública considera justificada la contratación de emergencia del Servicio para la realización de encuestas telefónicas –al menos 190 diarias– para recoger variables epidemiológicas de casos de Covid-19 detectados», expone la resolución, fechada el 7 de agosto.
Así, el trabajo de los 22 rastreadores –20 auxiliares de enfermería y 2 médicos– consistirá en analizar diferentes variables, entre otras, «los antecedentes del caso, el momento de inicio de los síntomas, la o las exposición/es de riesgo para la adquisición de la enfermedad y la identificación de los contactos durante el período en que haya podido ser transmisor». La consejería justifica en la propia memoria que «dada la importancia de los servicios a realizar y por tratarse de una emergencia de carácter inaplazable la única empresa que puede iniciar los trabajos con carácter inmediato es Quirón Prevención, que cuenta además con las instalaciones y el equipo requerido para su realización».
Un profesional sanitario, designado a criterio de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, trabajará en las instalaciones que la empresa adjudicataria ha dispuesto para los seguimientos, a fin de conocer en el momento cualquier incidencia y garantizar la resolución del proceso. A ello se sumará un supervisor médico, escogido en este caso por Quirón, encargado de gestionar y supervisar los procesos, amén de ser el interlocutor directo con la figura anteriormente citada.
El documento, rubricado por la directora general de Salud Pública madrileña, Elena Andradas, establece que el personal sanitario aportado por la Comunidad de Madrid llevará a cabo «una formación necesaria al equipo de trabajo puesto a disposición por la empresa adjudicataria en horario de mañana y tarde, que se referirá al proceso de trabajo y al manejo de la herramienta. Esta formación deberá impartirse al menos un día antes del comienzo del servicio». Igualmente, el Gobierno regional dará acceso a la clínica Quirón a la herramienta con los formularios de casos de alerta a cumplimentar, cuyos rastreadores llamarán por teléfono para recabar la información.
De no obtenerse en alguno de los seguimientos, el profesional «realizará hasta cinco contactos a las 24 horas de cada uno de los contactos y en turnos diferentes. Si se obtiene la información necesaria en cualquiera de los contactos, se grabarán los datos en el sistema». En caso contrario «se transmitirá esta incidencia al profesional sanitario designado por la Comunidad», fija el contrato, calificado de «vergüenza» y «desfachatez» por parte de CC.OO. «Primero intenta buscar rastreadores voluntarios sin retribución y una vez que no lo consigue, adjudica un contrato a una empresa externa con dotación presupuestaria para que las empresas privadas sí puedan cobrar», criticó la secretaria general de CC.OO. Sanidad Madrid, Rosa María Cuadrado.
Polémicas al margen, la región notificó ayer al Ministerio de Sanidad seis nuevos brotes, con 32 casos positivos –cinco han requerido ingreso hospitalario– y 183 contactos. El primero de los focos, localizado este fin de semana en Ciempozuelos, está asociado a una residencia para personas de la tercera edad. El segundo ha sido detectado en Coslada, con siete positivos y 12 personas en seguimiento, descubiertos los primeros dentro de una discoteca.
El tercer y cuarto brote se han producido en sendos centros socio-sanitarios de la ciudad de Madrid, con ocho casos y 44 contactos en seguimiento y tres positivos y 32 personas en observación, respectivamente. El quinto, registrado también en la capital, está asociado al ámbito familiar y ha afectado a un centro residencial, con tres casos y 64 contactos. El sexto y último, identificado en Getafe, suma seis positivos y 26 personas en seguimiento, después de la celebración de un cumpleaños que reunió a cuatro familias de una urbanización.
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