De la tradición y folclore celta al videojuego
'The Waylanders', juego de rol de Gato Salvaje Studio, ha sido galardonado por el CGEIP tras años de duro desarrollo
Vienen de recoger el #Premio Iniciativa Empresarial del Colegio Profesional de Ingeniería en Informática de Galicia (CPEIG), y sus videojuegos han logrado reconocimientos a nivel nacional -como el Mejor Videojuego de España por 'AR-K: The Great Escape'-. Pero el fundador y director del estudio coruñés Gato Salvaje, Sergio Prieto, cuenta a ABC que cada día es una odisea dentro de la industria gallega del videojuego. Las cifras del sector mejoran cada año, las expectativas son buenas y la administración pública cada vez está más volcada con los profesionales para reforzar el tejido empresarial, pero a pesar de ser la empresa más grande de Galicia de videojuegos, «todo los proyectos que hemos hecho desde 2010 han sido una tortura» a nivel económico, dice Prieto.
Con todo, a pesar de los vientos en contra, hace tres meses publicaron la edición completa de 'The Waylanders', uno de sus trabajos más ambiciosos y por el que han recibido el premio del CPEIG. Se trata de un juego de rol que bebe directamente de la tradición celta y que presenta muchos guiños a la cultura gallega: desde la Torre de Hércules a la Catedral de Santiago. Cuenta el director que desde que en 2010, en plena crisis, se lanzó a la aventura empresarial montando su propio estudio, esta era una de las ideas que, antes o después, quería materializar. «Siempre buscamos la oportunidad, y nos decíamos que cuando pudiéramos lo haríamos». Doce años después, 'The Waylanders' es una realidad. A pesar de tener vocación internacional con todos sus productos, en Gato Salvaje no pierden de vista la tradición gallega, con este videojuego como máximo exponente de su filosofía. «Intentamos capturar la esencia de diferentes lugares, como el Ézaro o la Torre de Breogán», explica el director; en esencia, buscaron una ambientación que «nos transmite toda la magia de Galicia». «Siempre tratamos el tema regional y procuramos que nuestros videojuegos estén en gallego», aunque no sin tener que remar en contra de la corriente. El revés más importante, cuenta ahora, fue la pandemia.
También la financiación, aunque ese problema es endémico en el sector gallego: «Si a nivel de España ya lo es, en Galicia todavía más». Los posibles inversores tienen «desconfianza por desconocimiento», y opina que tienen que madurar en este sentido. «Es cuestión de que se animen y se genere expertise», porque, en esencia, «falta gente especializada dentro de los inversores que sepan diferenciar las buenas ideas de las malas». Por el momento, siguen luchando: «Hemos hecho el trabajo más grande de Galicia y para los siguientes proyectos vamos a tener que pelearnos de nuevo». El sector, en Galicia, está muy atomizado y poco profesionalizado; muchos de los desarrolladores tienen trabajos paralelos que son los que realmente les sustentan o, para poder crear un producto, «tienen que financiarse con sus casas».
A pesar de todo, lo que más echó en falta Prieto a la hora de desarrollar 'The Waylanders' no fue más dinero, sino que hubiera llegado antes: «Fuimos persiguiendo el dinero mientras hacíamos el proyecto. Más que cantidad, nos vendría un presupuesto desde el principio», asegura cinco años después comenzar a programar el galardonado videojuego.
Apoyo institucional
El marzo pasado se llegó al primer acuerdo entre la Agadic y la asociación Videoxogo.gal para poner en marcha la primera línea de ayudas al sector de la historia de la Comunidad. Agradece ahora Prieto el esfuerzo, pues la «mejora institucional» se tradujo en «apoyo para tener más estabilidad y que cada proyecto que se intente no sea una odisea», declara. Una de las acciones del plan es una aceleradora para que los nuevos talentos que se quieran aventurar en la industria cuenten con más ayudas. «Hay que intentar que sea menos duro» para los nuevos de lo que ha sido para las empresas pioneras o que llevan más de una década en el mundillo, como Gato Salvaje Studio.
Noticias relacionadas