Sin cuartelillo en la última sesión de control de Núñez Feijóo tras 13 años al frente de la Xunta
BNG y PSdeG, lejos de levantar el pie en el último careo con el presidente, hicieron una enmienda a la totalidad de su gestión, apenas atenuada por el gesto humano de Ana Pontón que no tuvo Luis Álvarez
Los segundos que dedicó ayer Ana Pontón a desear «lo mejor en lo personal» a Alberto Núñez Feijóo fueron el único momento de tregua de una sesión de control en la que no por ser la última le dieron cuartelillo los grupos de la oposición al presidente de la Xunta. Tanto BNG como PSdeG convirtieron el careo final con el mandatario en una enmienda a la totalidad de su gestión . «Ese, señor Feijóo, es su legado: bajarle la calidad de vida a los gallegos y debilitar lo público», sintetizó Pontón. «En vez de hacer más con menos, hicieron menos con más», resumió Luis Álvarez.
La portavoz del Bloque arrancó sin contemplaciones: «Me alegro de que hoy sus nuevas ocupaciones como presidente del PP le permitan estar en Galicia , en esta sesión de control». Ahí ya marcó el tono. «Pasa más tiempo en Madrid, ocupándose del PP, que en Galicia ocupándose de los problemas de los gallegos», añadió en la misma línea. Dijo a Feijóo que «parece que vive en otro planeta», ajeno a una «crisis brutal» en la que «los precios están descontrolados». Y repitió un mensaje en el que ha insistido en las últimas semanas: «No es que llevemos tres meses sin presidente, llevamos 13 años con un gobierno del ‘no’, del no a todo lo que significa defensa de los intereses de Galicia (...). Deja una Galicia peor de la que encontraron. Y, para que nada falte, se va a despedir con la mayor crisis de precios en 40 años».
«Viene aquí a intentar salvar la cara y responsabilizar a un grupo parlamentario, a un partido que está pidiendo rebajar impuestos a las rentas medias y bajas», afeó Feijóo en la réplica. «Cuando sube la inflación en Galicia, es por culpa de los gallegos. Eso sí:cuando sube en Galicia como en el resto de España, también es por culpa de los gallegos, pero no de todos los gallegos:de lo que no votan al BNG», recriminó. Él, comparó, no dirá «una cosa en Galicia y otra en Madrid»; no como el BNG, capaz de atacar al PSOE en O Hórreo y gobernar en concellos y Diputaciones en toda Galicia.
«Un ejemplo práctico de lo que es el escaqueo feijoniano », proclamó Pontón poniendo como testigos a un grupo de alumnos de Ferrol, presentes entre el público. «Cada vez que hay un problema, coge el comodín del BNG», abundó. Ciertamente, logró rentabilizar su tiempo y coló un mensaje de cariz electoralista:«El PP es el pasado y el primero en dejar el barco en Galicia es el señor Feijóo. Saben que el cambio en Galicia está en marcha (...). Hay hambre de cambio, y desde el BNG aspiramos con toda humildad, pero toda ambición, a liderar ese cambio».
«Datos falsos»
A diferencia de Pontón, Álvarez, quizás por haber compartido menos careos, no le dedicó palabras de despedida. Se centró en ir arrojando números con los que afirmó que se evidencia el « incremento negativo » de Galicia en sanidad, educación, servicios sociales y un largo etcétera.
Feijóo le pidió «un poco de sentido común» y, tras ir rebatiendo los argumentos del PSOE con cifras, le achacó a su portavoz un «análisis sesgado» con «datos falsos». Ha sido la tónica en sus debates. Yaún le enmendó su menosprecio a Rueda, al que colocó el cartel de ‘en prácticas’: «Cualquier miembro de este gobierno tiene más experiencia que todo el grupo parlamentario socialista junto ».
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