INDUSTRI
Semana clave para Alcoa
El domingo 27 expira el plazo para la venta de la planta de San Cibrao con las conversaciones con Liberty House enquistadas
Con mil puestos de trabajo, entre directos y de las auxiliares, en la cuerda floja, A Mariña se juega su futuro industrial durante esta semana. El próximo domingo 27 expira el plazo para pactar la venta de la fábrica de Alcoa al grupo inglés Liberty House . Ambas empresas llevan en conversaciones desde el pasado 13 de agosto, pero encaran la recta final sin haber llegado siquiera a un preacuerdo de las condiciones generales de venta. El comité de empresa de la factoría de San Cibrao, la Xunta y la Administración central presionan a la multinacional estadounidense para que acceda a desprenderse de la factoría y desactive el ERTE anunciado a finales de mayo.
«Tenemos claro que va a ser una semana fuerte y una semana decisiva», explica a Ep, José Antonio Zan, presidente del comité de empresa de la planta de aluminio. Zan pronostica que van a ser unas negociaciones duras y «al final el proceso se acabará en el último minuto». Alcoa propuso en mayo despedir a 534 trabajadores a los que se sumarían otros 450 empleados de la industria auxiliar. Kike Rocha, de la plataforma de las auxiliares de Alcoa, explicó a Ep que en los próximos días continuarán con las movilizaciones. Tenemos que «apretar muchísimo», y mantener activa esa «lucha conjunta con el comité de empresa» de Alcoa San Cibrao, defendió.
La última mesa multilateral para intentar acercar posturas entre Alcoa y Liberty House se celebró el pasado viernes. Pero las desavenencias continúan pese a que la Xunta y el Gobierno central se ofrecieron a mediar en la negociación. A través de varios comunicados Alcoa ha insistido en que los planteamientos de Liberty House son inaceptables . Los trabajadores, sin embargo, acusan a la multinacional estadounidense de intentar torpedear el proceso para no tener competencia.
Hasta ahora las dos multinacionales han conseguido ponerse de acuerdo en un único punto. El precio de venta será de un euro. Pero Alcoa, que se evita las indemnizaciones de los despidos, tendrá que poner dinero sobre la mesa como ya ocurrió en la venta de las factorías de La Coruña y Avilés. En las cantidades no hay acuerdo y Alcoa acusa a Liberty House de no querer aportar a la creación de un fondo necesario para cubrir las inversiones energéticas que garanticen que la planta siga funcionando.
El principal desencuentro se cierne sobre el papel que desempeñará la factoría de alúmina situada en el complejo de San Cibrao y que es la que abastece de materia prima a la planta de aluminio . En un comunicado de principios de septiembre, Alcoa explicó que ha ofrecido al grupo inglés «un contrato de suministro de alúmina por cinco años en condiciones estándar de mercado». Sin embargo, Liberty House «pretende obtener un contrato de suministro de alúmina durante 20 años, sin precedentes en el mercado y fuera de los límites de las prácticas habituales de esta industria», según Alcoa. Los trabajadores creen que la oferta del grupo inglés sí es razonable.
El presidente del comité de empresa se muestra confiado y no duda de que tiene que «darse la venta». «Tenemos que seguir produciendo al cien por cien y tenemos que ser los primeros en España en hacer aluminio verde, con energías renovables totalmente», explica. En sus últimos comunicados los trabajadores resaltan el apoyo tanto por parte del Gobierno central como de la Xunta para que A Mariña no pierda una fábrica que representa el 30% del PIB de la provincia de Lugo. Sin embargo, los elevados precios de la energía suponen que la planta arrastre pérdidas millonarias. La llegada de Liberty House se acompaña de un plan industrial para producir con energías renovables. Pero el prometido estatuto para las electrointensivas todavía no ha sido aprobado.
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