José Luis Jiménez - Pazguato y fino
Ridículo en María Pita
Huérfanos de líderes, de voces con auctoritas, los socialistas hacen un pobre servicio a la ciudad
Pues al PSOE no le gusta Ferreiro como alcalde, le retiraron la confianza en su gestión, hablan mal de él, y como castigo lo van a dejar en su cargo, para que rabie y sufra. Y además, con el presupuesto con el que les tomó el pelo. La crueldad de los socialistas es infinita.
Se veía venir que nada iba a pasar en La Coruña. Desde el primer minuto, los complejos han atenazado al PSOE, descontento con la Marea pero temeroso de las críticas que esta pudiera dirigirles si osaban pactar la censura con el PP. Huérfanos de líderes, de voces con auctoritas, los socialistas hacen un pobre servicio a la ciudad, y de paso, siguen deshaciéndose como un azucarillo electoralmente. ¿Pero es que nadie lo ve? El ridículo es, simplemente, antológico.
Así las cosas, tenía toda la razón Xulio Ferreiro cuando afeó al PSOE que si no iban a aliarse con el PP para destronarlo, mejor harían absteniéndose en la moción de confianza y ahorrándole 30 días perdidos a la ciudad.
Pero hay también reproche para una derecha de la que habría cabido esperar mayor entusiasmo en la operación de rescate de la ciudad, si es que tan mal está en manos del populismo. Porque la calle, esa que vota, esperaba algo más del partido que se publicita como alternativa. Siquiera un poquito de coherencia para decir y hacer una misma cosa.
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