Vacunación sin cita
Repesca de vacunas en los campus: «La mayoría estaba de vacaciones o tuvo problemas»
Las universidades gallegas se convierten en centros de vacunación para todos aquellos a los que le falte alguna dosis
Tercera dosis de la vacuna: quiénes la recibirán y cuándo se empezará a poner
Los campus universitarios de toda Galicia se convierten en centros de vacunación. El lunes y martes de esta semana, cualquier persona que no esté vacunada todavía o tenga alguna de las dos dosis sin poner puede acercarse a los campus universitarios de la Comunidad para hacerlo. Según datos provisionales facilitados por el Sergas, de las más de 2.500 personas inoculadas ayer sin cita previa, 1.707 antídotos se pusieron en los campus universitarios . A la cabeza, La Coruña, con 441; Vigo, con 363. En el campus de Santiago se vacunaron 269; mientras que en Pontevedra lo hicieron 206, en Orense, 148; en Lugo, 173 y, en Ferrol, 107. En total, cerca de 26.000 personas se vacunaron ayer en la Comunidad.
Así lo había anunciado ya el pasado miércoles el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Aunque en un primer momento este servicio iba a estar disponible tan solo para personal universitario (profesores y demás trabajadores de las tres universidades gallegas) y alumnos, finalmente cualquier ciudadano puede acudir a estos lugares a pincharse . A fin de cuentras, estas salas de vacunación tienen la misma función que los centros de vacunación masivos el pasado sábado : puede ir todo aquel que lo necesite sin necesidad de cita previa.
Con todo, la decisión de abrir las puertas a toda la ciudadanía cogió un poco a contrapié al personal sanitario. Si esta nueva campaña comenzó el lunes, el Sergas informó a las enfermeras el domingo de que cualquiera podría ir, no solo gente relacionada con la universidad. Por suerte, «hay vacunas de sobra para todo aquel que quiera venir y personal para dar servicio», aseguró Fátima Dono, coordinadora del centro de la Universidad de Santiago.
Así, las siete ciudades gallegas con sus respectivos campus están ofreciendo este servicio. En la capital , el punto de vacunación se encuentra en el auditorio Vidal Bolaño; en Ferrol , Escuela Politécnica Superior; en Lugo , en la Facultad de Veterinaria; en Vigo , en el pabellón de los deportes; y en Orense , en la Facultad de Ciencias de la Comunicación. Por el contrario, en La Coruña y Pontevedra las dosis se ponen en los lugares habituales: ExpoCoruña y el Recinto Ferial, respectivamente.
Más gente de la esperada
Las colas para ponerse la dosis contra el coronavirus superaron las expectativas. Teniendo en cuenta que el sábado ya se podía vacunar sin cita previa, el nivel de afluencia en los campus ayer se esperaba menor: « Hay más gente de la que pensábamos », relataba el lunes la coordinadora de Santiago. Con todo, la sala habilitada, con dos puestos, parecía suficiente y no se llegó a desbordar.
El perfil de los que pasaban a inocularse la vacuna era variado, aunque a lo largo del día estuvo «viniendo mucha gente joven y extranjeros que están de Erasmus o haciendo doctorados». Profesores y demás personal universitario, en cambio, apenas: «están ya todos vacunados», contó Dono.
«La inmensa mayoría es porque les coincidieron vacaciones o por algún problema estaban pendientes de la repesca», explicó la enfermera. El caso de Ramón Vital, un joven vigués estudiando en Santiago, es el primero: tenía cita para ponerse la segunda dosis el día 31 de agosto, pero estaba de viaje con unos amigos . «Había llamado para preguntar por mis posibilidades al centro de vacunación de Vigo y ya me hablaron de la posibilidad de que se hiciera aquí». Optó por esperar a esta oportunidad para «no perder clase» yendo a Vigo.
Una situación muy repetida entre los que se acercaron a los campus a inocularse fue la de los estudiantes extranjeros. Yan Yan, una chinesa, lleva ya años viviendo como estudiante en Santiago, incluso desde antes de la pandemia, pero al no tener tarjeta sanitaria no era capaz de pedir cita: « llevo desde junio preguntando cómo podría vacunarme , pero por los problemas de papeleo no había podido». Tampoco se vacunó en su país porque no volvió a China «desde que empezó la pandemia», pero sus profesores la avisaron de esta oportunidad.
La cita para la segunda vacuna de Lorena Iglesias estaba marcada para la semana pasada, pero ella estaba encerrada en su habitación pasando un confinamiento : «me mandaron desde la Univesidad un correo, y vengo a ver si tienen Pfizer, que es la que me puse la primera vez».
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