Debate de investidura
El PSdeG cuestiona que Rueda esté «a la altura» y promete una alternativa «libre de ataduras»
Luis Álvarez, con un discurso breve y que arranca escasos aplausos, compara el programa del candidato con la «secuela» de una película «mediocre»
Con un discurso tan ajustado a los tiempos que ni siquiera ha agotado el plazo disponible de 35 minutos (poco más de media hora ha empleado Luis Álvarez), el portavoz del Grupo Socialista ha dado la réplica al discurso del martes de Alfonso Rueda, candidato a presidir la Xunta, poniendo en duda que esté «a la altura» y «preparado» para asumir su nuevo cargo ; incluso si tiene «ganas» o si es «consciente del papel» que va a asumir. Álvarez, en el reinicio de la sesión de investidura en el Parlamento gallego, se ha preguntado si no estaría «más cómodo» como «número dos», y le ha imputado un proyecto sin «hambre de ganar futuro», sin «ilusión», con «fatiga». El PSOE ve «agotamiento» donde esperaba «ideas frescas» y resume el programa de Rueda como un «spin off muy deslavazado, sin argumento», «la secuela de una película ya de por sí mediocre», a la que se le veía «la carátula de los créditos finales». Lo cierto es que Álvarez ha arrancado escasos aplausos de los suyos y apenas ha suscitado un mínimo rifirrafe con la bancada popular con su alocución.
Para el PSdeG, Rueda carece de «modelo», pero Álvarez tampoco ha ido mucho más allá de ofrecer vaguedades cuando ha desgranado el decálogo que sintetiza su «alternativa de gobierno». Ha prometido, eso sí, que estará «libre de ataduras» y que será «colaborativa con la organización federal» del PSOE, pero «en ningún momento subordinada o dependiente de intereses ajenos a los de Galicia». Valentín González Formoso, secretario general del PSdeG, busca así desmarcarse, al menos sobre el papel, del seguidisimo que marcó el mandato de su predecesor, Gonzalo Caballero, que llevó a su partido a caer al tercer puesto en las últimas elecciones autonómicas .
Para demostrar esa independencia, Álvarez ha afirmado que reivindican que el Instituto Oceanográfico tenga su sede principal en Vigo, y ahora también defienden que las instalaciones de la cadena mar-industria «pueden y deben seguir donde están, porque son perfectamente compatibles con el cuidado de nuestras costas». Es lo que ha venido reclamando la Xunta ante la Ley de Cambio Climático del Gobierno, que le llevó a presentar un recurso de inconstitucionalidad ante el TC.
La carpeta roja con la que Álvarez ha tomado la tribuna de oradores contenía un discurso donde, para abrir fuego, ha tenido la deferencia que no mostró con Alberto Núñez Feijóo en su última sesión de control, cuando, a diferencia de Ana Pontón, no le dedicó unas palabras de despedida . Quizás para enmendarlo, ha comenzado agradeciéndole su «trabajo a lo largo de los últimos 13 años como presidente de la Xunta, desde la discrepancia política, pero desde el reconocimiento institucional y también personal». «No fue el presidente que personalmente quisiera, pero ha sido mi presidente, le deseo, en lo personal, el mejor de los futuros», ha apostillado.
Feijóo, sin interés por Rueda
A partir de ahí, fin de las concesiones porque a renglón seguido ha acusado a Feijóo de seguir el discurso del martes de Rueda con menos atención que el propio PSdeG, pues « lleva ya bastante tiempo con la maleta hecha y la cabeza fuera de Galicia ». Así, según los socialistas, ni siquiera el presidente en funciones siguió con interés un discurso «repetitivo», que suena a «más de o mismo» y remite a un tiempo «que ya dio de sí todo lo que podía dar».
El programa expuesto en el arranque del debate de investidura, ha criticado Álvarez, apenas lo componen unos «retales» que no alcanzan para el «traje a medida que Galicia necesita». Rueda, sin «guionistas», sin «programa» y sin «modelo», sin «altura de miras», tiene un «compás sin norte, incapaz de señalar el rumbo», y su «único relato» es el continuismo, «seguir el ejemplo del señor Feijóo». El portavoz socialista no ha dejado de achacar a Rueda de refugiarse en el Camino de Santiago, que «no va a resolver los problemas que tiene este país». « Como publicista del Xacobeo aún tiene mucho que mejorar », ha disparado la pulla. Si Rueda tiene algún modelo, ha abundado, es «incorrecto» e «inútil». Tal vez no vaya a «fotocopiar», como prometió, las páginas del gobierno Feijóo, sino que se dedique, ha ironizado, a «distribuir las fotocopias» como «plantillas de la herencia», véase el centro de termalismo para Orense o una cátedra de concellos para Vigo.
A partir de ahí, ha hecho una crítica a la totalidad de los 13 años de gestión de la Xunta que asume Rueda como legado, pasando sucesivamente de sanidad y políticas sociales a economía, empleo y sectores productivos y terminando con el modelo social. Capítulo aparte le ha dedicado el PSdeG a lo que definen bajo el epígrafe «la confrontación como norma». Punto que ha aprovechado Álvarez para insinuar que quizás Rueda también tenga en mente «hacer las maletas para forjarse un destino político en la Meseta».
«Acude a este Parlamento a pedir el apoyo para la investidura teniendo Madrid, que no Galicia, en su cabeza», ha acusado, a modo de reproche por las reclamaciones al presidente del Gobierno que incluyó el discurso del martes. «Las sesiones de control al presidente Pedro Sánchez ya hay quien se las haga en el Congreso, y muy pronto irá también el señor Feijóo a hacer lo propio en el Senado. Eso sí, valiéndose de un puesto de designación creado para defender los intereses de esta tierra, que no los intereses del PP», ha atacado, en una mención que cabía esperar, tras las feroces críticas de la oposición sobre esta designación desde el pasado lunes.
La alternativa socialista
Álvarez ha dedicado los últimos minutos a 'vender' la alternativa a un Rueda al que, ha dicho, Galicia «no puede esperar a que aprenda, a que se haga al cargo, con la esperanza de que, a lo mejor, algún día tenga capacidad para dirigir con armonía esta orquesta». Esa alternativa se basa en diez puntos sin gran concreción , con ideas que no van más allá de apostar por los proyectos transformadores de los recursos de la Comunidad, una «nueva revolución industrial» o dedicar el 3% del PIB a I+D+i. Algo más tangibles, aunque solo sean meras promesas, son el apoyo al grupo Stellantis, «con la implicación decidida del Gobierno central y de la Xunta»; y el respaldo a Altri para instalarse en Galicia -fábrica de fibras textiles en Palas de Rei-, con implicación de «todas las administraciones», al margen de que haya «comprometida de antemano financiación europea» con los fondos Next Generation.
En el único momento de cierta colisión con la bancada popular, ha asegurado Álvarez que entiende que, al escuchar su programa, una « declaración de intenciones sólida », se pongan «nerviosos» en el sector conservador. Enfrente, ha insistido, Rueda con una propuesta «vieja y agotada» a la que promete dar «carpetazo», «tan pronto se convoquen elecciones», convencidos de que Galicia necesita «un nuevo proyecto», el suyo.
Oferta de diálogo
En su segundo turno, Álvarez ha hecho hincapié en dos mensajes. Por un lado, en una « oferta de diálogo » de Valentín González Formoso, «sin insultos, sin crispación, con serenidad, con apuestas solventes para resolver los problemas». El portavoz socialista ha dicho a Rueda que «ya que demanda una reunión con el presidente del Gobierno del Estado», tenga la «gentileza» de hacer lo propio con el líder del PSdeG, ya que no la propició Feijóo. «Tiene la mano tendida del grupo parlamentario y del PSdeG para resolver, en el tiempo más corto posible, todos los gravísimos problemas que atraviesa nuestra sociedad».
Como segundo mensaje, ha vuelto a defender el «proyecto alternativo» que ha presentado este jueves, del que ha afirmado que «no» es «excluyente», sino «viable», que «antepone las personas las cuentas y cree en las potencialidades de la tierra». Y, en lo que ha sonado a dardo al BNG, « sin promesas que no se pueden cumplir ni modelos que ya se sabe que empobrecerían » a Galicia.
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