Un proyecto inacabado

El exlíder del PSdeG llegó con el reto de «coser las heridas» y se va sin conseguir su objetivo. Deja un partido dividido y con un resultado electoral incierto

José Ramón Gómez Besteiro, secretario xeral del PSdeG M. M

MARCOS SUEIRO

Besteiro recogió el PSdeG-PSOE en el año 2013 . Lo hizo con una frase rotunda: «Vuelve el PSdeG» y a continuación se fotografió en el estrado del Auditorio de Galicia con todos sus predecesores. El secretario general manifestó a modo de declaración de intenciones que su mandato consistiría en «coser, porque hay que coser las heridas». La intención generó expectación y casi todas las familias aceptaron de buen grado el llamamiento.

El relevo en la dirección provocó un «nuevo estilo» y también una comunicación más fluida con la Xunta. Sus primeras medidas fueron tomar contacto con el presidente Núñez Feijóo y con los líderes de la izquierda. Besteiro quería marcar su impronta y «tender puentes en beneficio de los gallegos». Sin embargo, el resultado fue escaso y el tacticismo electoral evito compromisos de alcance. Eso sí, se salvaron los cargos institucionales y la renovación del Valedor do Pobo o los representantes socialistas en el consejo de administración de la CRTVG .

Y mientras se sucedían sus primeras decisiones, comenzaron a hibernar las antiguas rencillas avivadas por las alianzas entre familias. Besteiro esquivó los pactos visibles, pero propició la vuelta a la escena orgánica de antiguos enemigos de «Pachi» Vázquez , mientras cuidó especialmente al alcalde Vigo, reforzado por su rotundo éxito electoral .

Tras su intento fracaso de «coser» y «tender puentes» ejecutó la política de sus predecesores. Eliminó a los críticos de las listas en las municipales y en las generales y ayudado por Ferraz prosiguió su propio camino. La rebelión y el disgusto de buena parte del partido se resume en frases de miembros del grupo parlamentario: «No viene ni a vernos», «da por amortizada la legislatura», «nos prohibe dar ruedas de prensa».

Los sucesivos fracasos en las urnas convirtieron al PSdeG en tercera fuerza política de facto. Besteiro comentó el resultado parcialmente y concretó los problemas en determinados lugares. Su decisión estaba tomada: «Respeto las opiniones de todos y vamos a seguir para adelante» .

La adversidad provocó que el PSdeG y su secretario general fueran noticia de manera constante por «luchas internas», «elaboración de listas» y «asuntos relativos a los tribunales».

Algunos dirigentes socialistas consultados por ABC sostienen que «trasladó su manera de hacer política en Lugo a Galicia y Galicia no es una diputación». Los diputados más teóricos reconocen una «falta de pulso político y una falta de estrategia que imposibilita que llevemos el liderazgo en ningún tema de alcance».

Ante el aluvión de críticas, el exlíder socialista respondía con su habitual táctica de «no entretenerse con lo que no es importante» . Y resistió hasta que una juez le enseñó la salida.

Su legado queda en manos de Pilar Cancela. Se confiesa su amiga y tiene vocación de prorrogar su estilo. En frente se sitúa el estilo «arrollador» del barón Abel Caballero. Ha tomado la decisión de «decidir». El futuro volverá a depender del pacto. La costura de las heridas sigue todavía pendiente.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación