Besteiro: Dos casos y diez imputaciones
El urbanismo en Lugo y la gestión de fondos europeos propician su adios al liderazgo del PSdeG
José Ramón Gómez Besteiro llegó en el año 2013 al PSdeG con la etiqueta del «pacificador» y deja la secretaría general con diez imputaciones referidas a dos investigaciones judiciales distintas.
Tenía el mérito reconocido por los suyos de haber conseguido la Diputación de Lugo. Además, se había formado en el equipo del carismático alcalde lucense, Xosé Clemente López Orozco . Sin embargo, pronto comenzaron los problemas. Su idea de «coser» el partido no funcionó y la oposición interna creció rápidamente.
La estocada final se deriva de los casos judiciales en los que se ha visto implicado. Muchos dirigentes bromeaban diciendo: «José Ramón mira el teléfono por si lo llaman» y la advertencia se convirtió en una realidad.
A comienzos de verano pasado, en concreto en el mes de julio, la juez De Lara dictó un acto que contiene cuatro imputaciones por los delitos de cohecho, tráfico de influencias, prevaricación y contra la ordenación del territorio. La juez instructora establece una posible relación entre la compra del piso en el que vive en Lugo y el convenio urbanístico que facilitó la construcción de unas torres en la zona de O Garañó n .
Besteiro afrontó su nueva condición con optimismo y respondiendo con un «no hay caso». Días después compareció ante los medios para mostrar sus cuentas... Sin embargo, el proceso siguió adelante y Besteiro decidió aguantar. Su seguridad le llevó a negarse a prestar declaración el pasado enero cuando fue requerido, amparándose en que su abogado tenía otro juicio en Málaga previamente señalado.
La resistencia del exlíder de los socialistas gallegos la truncó la instructora De Lara cuando el pasado 11 de marzo impulsó la «Operación Pulpo» que derivó en una investigación por seis nuevos delitos : cohecho, prevaricación, tráfico de influencias, fraude a las administraciones públicas, fraude de subvenciones y delito continuado de malversación de caudales.
Besteiro volvió a afirmar que se siente «indefenso». No opuso resistencia. Finalmente tuvo que decir adiós a la secretaría general del PSdeG.
