Nueva normalidad Galicia
Feijóo planteará limitar la movilidad con los territorios con más contagios
Galicia estrena el lunes la nueva normalidad con aforos al 75% en la mayoría de locales

A punto de abandonar definitivamente el estado de alarma que lleva tres meses marcando el paso en todo el país, los gallegos despidieron este sábado a las 619 víctimas mortales que el virus se cobró en la Comunidad, primera en dar el paso hacia la nueva normalidad . Convertido en una suerte de epílogo de los meses más duros de la pandemia, el acto que tuvo lugar en la capital gallega reunió a diferentes autoridades políticas y civiles en una despedida donde cada muerto estuvo representado por una rosa. Una misa homenajeó a quienes se dejaron la vida infectados por un virus que, a toda costa, «debemos parar». Para lograrlo, este sábado también se publicó la norma que limitará el día a día en esta nueva normalidad, a la que los gallegos serán los primeros españoles en acceder.
La idea es que, superada la fase aguda de la pandemia, «la ciudadanía evite comportamientos que generen riesgos de propagación de la enfermedad». De ahí que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, deslizase en unas declaraciones a la Cadena Ser la creación de una norma de salud pública que permita «limitar la movilidad» de algunos territorios en los que los niveles de contagios permanezcan altos, una vez finalice el estado de alarma. Entre medias, Galicia da el paso sin ningún infectado ya en las UCI y con la autoprotección como mantra.
A partir del lunes, el uso generalizado de la mascarilla seguirá siendo obligado, igual que la distancia social de dos metros. La higienización de los espacios comunes, su ventilación y el máximo cuidado a la hora de entrar en contacto con superficies y personas son otras de la normas básicas. Por eso, y aunque el aforo aumentará hasta el 75 por ciento en la mayoría de los establecimientos (80 en el caso de las terrazas), se le pide a la ciudadanía prudencia y no exceder el tiempo necesario para la realización de las compras o de las gestiones que nos hayan llevado a ese local.
Además, no se podrá poner a disposición del público productos de uso o prueba que impliquen manipulación directa de los clientes, si no media una desinfección. Los clientes se podrán sentar, ya sí, en la mesa o en la barra, pero siempre serán atendidos por un empleado con mascarilla y se priorizará el uso de mantelerías de usar y tirar. Limitar el contacto con superficies de uso común será también el reto en los centros de trabajo, donde pese a la nueva normalidad se exige que los equipos o herramientas que vayan a utilizar sean «personales e intransferibles». En la misma tónica, se usarán las escaleras siempre que sea posible . En los aseos y vestuarios habrá una persona por cada cuatro metros cuadrados y el pago con tarjeta seguirá siendo el recomendado para evitar el contacto directo con billetes y monedas.
En los velatorios podrá haber sesenta personas en espacios al aire libre o de treinta en espacios cerrados. Y en el caso de las bodas, un máximo de doscientas cincuenta personas en espacios al aire libre o de ciento cincuenta en espacios cerrados. Para las ceremonias de culto, no se permitirá el uso de agua bendita y habrá que ponerse la mascarilla a la entrada y a la salida del acto.
Con una tasa de incidencia de 0,4 casos por cada 100.000 habitantes, el presidente de la Xunta censuró la forma en que el Gobierno central se «desentendió» de la gestión de las residencias de mayores durante la propagación de la pandemia, dejando la reponsabilidad a las comunidades.
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