Una de las mercedarias que dejó el convento de Santiago llegó a ser la superiora
Las religiosas compostelanas niegan que tres de sus compañeras estuviesen retenidas
![Dos de las mercedarias compostelanas, en una imagen de mayo](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2016/01/30/mercedarias-santiago-compostela--620x349.jpg)
Desde su clausura, las Mercedarias Descalzas de Santiago hablaron este viernes por primera vez desde que una juez las acusara hace una semana de tener retenidas a tres monjas de India contra su voluntad en el interior del convento. Sus antiguas compañeras se encuentran en Madrid después de que la instructora acudiera al monasterio y afirmaran querer abandonarlo. Pese a la gravedad de lo afirmado por la instructora, que hablaba de una vida de «casi esclavitud» y de un delito de detención ilegal, ninguna de ellas presentó denuncia.
Las siete religiosas que conforman hoy la comunidad se expresaron a través de una carta en la que exponen su modo de vida y en la que aseguran que una de las monjas que dejó el cenobio llegó a ser superiora en funciones durante un tiempo al ocupar el segundo puesto en responsabilidad, un cargo elegido «democráticamente por tres años» . Señalan que se ocupó también de atender a diario el torno, el lugar al que se acercan las visitas y que supone su principal contacto con el exterior. Ambos aspectos se suman a lo defendido desde la Archidiócesis compostelana: hace año y medio las monjas ahora supuestamente liberadas viajaron a su país de origen durante dos meses y regresaron después «libre y voluntariamente». Desde que saltó la polémica no han vuelto a producirse novedades, aunque el caso ha pasado a manos de otro juez, casualmente el mismo que investiga el accidente del Alvia.
«Estos hechos han producido gran perplejidad, dolor y consternación en el seno de nuestra comunidad» , escriben las Mercedarias gallegas. Sostienen que trabajan «para vivir» y que dedican «tiempo a la lectura y al estudio» dentro de una vida que resumen con dos palabras: «oración y fraternidad». «Intentamos dar respuesta al sufrimiento del mundo con nuestra oración, acogida y pequeños gestos solidarios orientados a la construcción de un mundo más digno y dichoso para todos».
Piden «respeto» y «verdad»
«Somos una pequeña comunidad universal, llena de alegría y variedad cultural» , celebran al seguir contando con monjas de tres nacionalidades: españolas, indias y mexicanas. «Apostamos por una vida en común, no sin esfuerzo constante, anunciando que podemos vivir juntas y unidas personas muy diferentes y durante mucho tiempo. La vida contemplativa tiene plena actualidad». Ante quienes «no comprendan el sentido de este género de vida y sus tradiciones y costumbres», piden «respeto», al igual que «verdad ante unas informaciones que no han reflejado correctamente los hechos acaecidos». En su despedida, dan las gracias a quienes las han respaldado, en especial al arzobispo de Santiago, Julián Barrio .
Noticias relacionadas