«Caso de las Mercedarias»
Una de las monjas «retenidas» era responsable del torno del convento
La Provincia de Castilla de la Merced apunta que ellas «decían estar felices» en Santiago
La «liberación» de tres monjas indias presuntamente retenidas en un convento de clausura de Santiago y el revuelo generado por las acusaciones vertidas contra sus compañeras han motivado una carta que religiosos de la Provincia de Castilla de la Orden de la Merced han hecho pública a través de las redes sociales. Sus responsables explican que mantuvieron contacto con algunas de las hermanas «secuestradas» y que cada vez que viajaban a la India a ver a sus familias las alojaban en su residencia de Madrid. «Solo puedo decir que decían estar felices y que nunca han expresado estar secuestradas , que llevaban paquetes y regalos para familiares preparados con cariño por las Madres, como se las conoce en Santiago», indican.
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Los religiosos también reconocen que eran conocedores de las circunstancias que llevaron a la monja que presentó la denuncia a abandonar el convento compostelano para trabajar como asistenta en una casa de Madrid. « Hablan de una monja de la India que se escapó hace unos años . Su nombre de religión era María Fátima. Mi hermano y yo la acompañamos el aeropuerto para que viajar a ver a su familia. Ahora quizás seamos tratados de tratantes . El día que debíamos cogerla nos llamó diciendo que estaba en Madrid y que no quería volver al convento porque necesitaba trabajar para ayudar a su familia . Hablamos con ella, le explicamos la situación administrativa en la que quedaba tras su decisión y le ayudamos a escribir la carta de exclaustración. Sus palabras siempre eran de cariño y agradecimiento a las Madres », apuntan desde la orden.
A cargo del juez Lago Louro
A propósito de la situación de «casi esclavitud» a la que hace alusión el auto de la instructora, los mercedarios revelan que una de las monjas que el pasado sábado abandonó el convent o acompañada por una comitiva judicial era la tornera. «Si hay alguien en un convento de clausura que tenga comunicación con el exterior para expresar que está secuestrada contra su voluntad, ésa es la tornera», manifiestan para dar cuenta de su versión de lo que estaba ocurriendo intramuros.
Con la investigación a espera de un informe policial que desvele la actual situación de las tres religiosas, ayer se conoció que el reparto del caso recayó finalmente en el juzgado de Instrucción número 3 de la capital gallega, con Andrés Lago Louro al frente.