La llegada del AVE, una oportunidad que Orense afronta a medio gas

Representantes del tejido empresarial y diferentes exalcaldes de Orense se han pronunciado sobre cuáles son los principales desafíos y retos que tiene por delante la ciudad para no quedarse atrás . La reflexión compartida es que la llegada del AVE representa una «gran» oportunidad estratégica, dado el evidente interés comercial, empresarial y social que despierta, al situarse Orense a tan sólo 2 horas y 15 minutos de Madrid. Por tanto, las principales dudas se centran en si la capital orensana se ha preparado suficientemente para aprovechar esta oportunidad.

En una entrevista concedida a ABC, el exalcalde Jesús Vázquez (2015-2019) opina que la llegada del AVE, «por primera vez», permite situar a Orense en «una posición de privilegio» desde el punto de vista de las infraestructuras, después de años de retrasos y tras «mucho trabajo detrás, con partidos de distinto signo». «Yo creo que es un hito histórico y una gran oportunidad si se sabe aprovechar . Es la gran infraestructura de las últimas décadas y, para mí, el elemento más transformador», expone Vázquez, quien señala que todavía queda mucho por hacer por diferentes motivos.

Todavía está sin finalizar «al cien por cien» la estación intermodal en su parte ferroviaria y también falta la variante exterior del AVE «en su totalidad» para que el tren pueda exprimir todo su potencial. Además, aún tienen que llegar los trenes Avril, que superan los trescientos kilómetros por hora y que presumiblemente no estarán disponibles antes del próximo verano para atender la demanda de turistas del Xacobeo 2022. Todo ello, en un momento clave, en el que la estación de Orense se sitúa como gran centro nodal hacia el resto de ciudades gallegas . Para ello, Adif ha dotado los últimos 119 kilómetros hasta la entrada en la capital, en su mayor parte, con dos plataformas paralelas independientes.

Con una oferta cultural y termal, prácticamente «inexistente», Jesús Vázquez advierte de que para que la ciudad se convierta en un verdadero atractivo turístico es necesario dotar a la ciudad de «contenidos y servicios, de tal forma que cuando venga el turista se incremente el número de pernoctaciones» que pongan a Orense en el mapa. Un desarrollo que, a su juicio, debería ir de la mano del «ámbito privado» que permita ofrecer «ese futuro» a Orense y que se convierta en la « puerta de entrada y no de salida, que acabe incluso perjudicando al pequeño comercio ».

También Francisco Rodríguez, exalcalde con el PSOE, en el mandato 2007-2012, reflexiona sobre la «histórica» llegada del AVE y, en concreto, sobre la «delicada» situación de Orense, en caso de que no sea capaz de aprovechar «una oportunidad». En un repaso por la infraestructura, explica que eran perfectamente «conscientes» de la importancia de la llegada de la Alta Velocidad y de que el proyecto no se limitase tan solo a impulsar una estación, sino que la finalidad era «transformar» la ciudad y acabar con «la brecha histórica» que divide Orense . «Buscábamos un proyecto de integración donde, por un lado, se iba a establecer una nueva centralidad, pero también, nuevas dotaciones hoteleras, comerciales, de vivienda pública. Creíamos que la estación del AVE tenía que ser esa gran estación de conexión con la meseta y norte de Portugal», rememora. Una década después, Francisco Rodríguez cree que Orense no ha hecho los deberes para aprovechar esta «oportunidad histórica» y desarrollar esta centralidad. Prueba de ello, lamenta el escaso «potencial industrial» de la provincia y que, sumado a los «escasos» recursos económicos, un «termalismo destrozado, charcas cerradas», la falta de infraestructura termal y hotelera, deja a la ciudad en una compleja situación.

El exregidor socialista defiende que el AVE «no se puede limitar solo a su llegada, eso está muy bien», sino que también tiene que servir para «aprovechar esa oportunidad para el desarrollo de la ciudad», con el impulso de proyectos que permitan colocar Orense en un lugar estratégico, con iniciativas como el «puerto seco» del polígono de San Cibrao. « Desaprovechar esta oportunidad, sinceramente, creo que lo lamentaremos mucho tiempo », apostilla. El exalcalde fue uno de los firmes defensores del proyecto inicial de Norman Foster, durante el gobierno de Zapatero, y que, posteriormente, sería descartado por el Ministerio de Fomento.

Rodríguez, quien lamenta la falta de modelo de ciudad, subraya que la Alta Velocidad no puede reducirse a «un tema de conexión con Madrid» y alude a los desafíos turísticos y económicos pendientes para evitar que suceda «el efecto contrario» y que la gente se vaya fuera. «Creo que nadie pensó en esto», prosigue. Con un futuro «incierto», donde « no hemos estado a la altura de las circunstancias », reivindica la necesidad de que entre todos, ciudadanía, clase política y tejido empresarial, vayan a una para que la ciudad esté lista y preparada.

El tejido empresarial, que ha celebrado la llegada del AVE después de años de retrasos, coincide en que la ciudad tendría que «estar más preparada» a estas alturas para aprovechar la llegada de la Alta Velocidad, en palabras de Marisol Nóvoa, presidenta de la Confederación de empresarios de Orense. El principal desafío, apunta, pasa ahora por conseguir que los trayectos sean bidireccionales, es decir, no sólo de Orense a Madrid sino también al revés, y que así Orense no sea sólo en una estación de paso hacia el resto de ciudades gallegas. Para ello, reclaman la necesidad de crear una completa oferta económica, turística y cultural que permita atraer a visitantes procedentes de otras zonas, como puede ser la creación de paquetes turísticos.

Las potencialidades del territorio deberían, a su juicio, servir de revulsivo para esta zona. En la actualidad, la Ribeira Sacra pugna por ser declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, a lo que hay que sumar la Ruta del Vino, sector clave para la economía provincial —tiene cuatro de las cinco denominaciones de origen gallegas— o las rutas por el patrimonio de la provincia. «Lo que tiene que haber ahora es una infraestructura, que les permita llegar a estas zonas, y paquetes interesantes como puede ser el termalismo de balneario », esgrime Nóvoa, quien considera necesario» «ponerse las pilas» para acondicionar la provincia.

Por el momento, habrá que ver si Orense es capaz de no dejar pasar este tren , una vez que el Gobierno culmine la estación intermodal, en su parte ferroviaria, aún sin hacer, y la variante exterior. Francisco Rodríguez ve la actual estación —la dedicada al autobús— «una indignidad» en comparación con la que se está haciendo en otras ciudades gallegas. Por su parte, Jesús Vázquez apunta que, «si se hace como se planificó inicialmente», puede ser una oportunidad, mientras que si se modifica, con «un proyecto a la baja», supondrá perder la ocasión.