Industria
El Gobierno acusa a Alcoa de solo querer subvenciones, no un plan
Maroto la califica como el «enemigo» y la Xunta le pide «estar con los trabajadores»
Contraataque del Gobierno a la decisión de Alcoa de seguir adelante con el ERE en la factoría de San Cibrao tras su rechazo al plan industrial a diez años presentado el martes por el Ejecutivo. La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, calificó este miércoles a la multinacional estadounidense como el «enemigo», que solo quiere «subvenciones en vez de proyectos para mantener el empleo», en su turno de respuestas en el Congreso a las consideraciones de diputados de Vox y el BNG.
En alusión a la mesa de negociación celebrada el martes sobre el futuro de la fábrica de aluminio, a la que asistieron las administraciones central y autonómica, la dirección de la compañía y el comité de empresa de la planta de A Mariña, Maroto lamentó que la Xunta «se alineara con Alcoa de forma muy clara contra el Gobierno, dando oxígeno a la empresa para que esos puestos de trabajo se pierdan».
Para la ministra, Alcoa es una empresa que solo quiere «subvenciones, subvenciones, subvenciones, en vez de proyectos para mantener el empleo», y reveló que, para evitar el cierre, insisten en recibir ayudas de 38,4 millones de euros por compensaciones de costes de dióxido de carbono (CO2) . Por esta razón, y tras rechazar el plan planteado en esa reunión multilateral, la ministra comentó en sede parlamentaria que el Gobierno «va a exigir» a Alcoa la devolución de las subvenciones desembolsadas por las compensaciones de CO2, ya que, recordó, están condicionadas al mantenimiento de los puestos de trabajo durante tres años.
Maroto respondió con estas palabras al diputado de Vox José María Figaredo , quien atribuyó la decisión de Alcoa de cerrar la planta a la inseguridad jurídica y al alto coste de la energía. Durante su intervención, Figaredo indicó a la titular de Industria que la llave para la supervivencia de Alcoa necesita un estatuto «realista» para el sector electrointensivo, mejorar las subastas de energía e indemnizaciones por generación de CO2 indirecto.
Maroto subrayó que la prioridad del Gobierno es «proteger el empleo y mejorar las condiciones laborales» , y apuntó sobre la planta de aluminio de Alcoa que el Ejecutivo pone «todos los medios para buscar soluciones mientras otros se ponen de perfil», informa Efe.
El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo planteó un plan industrial a diez años con dos propuestas de viabilidad que no convencieron a Alcoa, por lo que la empresa decidió tras la reunión seguir adelante con el despido colectivo para los 543 trabajadores de su planta de San Cibrao (Lugo). Por su parte, el Gobierno cree que la planta podría ser viable si produjera hidrógeno verde e introdujera un proceso de producción más limpio y sostenible.
Al tiempo, y ante el proceso de despido que se inicia este jueves, el conselleiro de Economía, Empleo e Industria, Francisco Conde, avisó tras una reunión convocada por el Ministerio para la Transición Ecológica de que «los trabajadores de Alcoa no tienen tiempo» y que «es momento de estar con ellos». Por esta razón, Conde insistió en que la plantilla de la factoría merece que el Gobierno pueda «trasladar por escrito su compromiso» con un marco eléctrico competitivo que pueda poner en «marcha de forma inmediata», en lugar de propuestas a años vista.
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