Formoso ensalza a Ferreiro pese a las críticas del socialismo coruñés

El presidente de la Diputación reclamó «altura de miras» a sus compañeros de partido

El alcalde de La Coruña, en un desayuno informartivo EFE

ZORAIDA RIAL

Escuchando los elogios recíprocos que ayer se intercambiaron Valentín González Formoso y Xulio Ferreiro nadie diría que ambos forman parte de dos partidos que hace apenas un par de meses dieron por imposible llegar a un entendimiento para aprobar los presupuestos de la ciudad de La Coruña. De poco le importó al presidente de la Diputación coruñesa las críticas vertidas por parte de varios ediles de su partido. Formoso aceptó el convite para presentar a Ferreiro en un desayuno informativo y lo hizo sin ahorrar halagos hacia su rival político. «Xulio es una persona dispuesta a renunciar la vida privada, familiar y profesional por aportar lo mejor de si mismo a favor del futuro de su ciudad», señaló el socialista.

En el marco de su laudatio al alcalde de la Marea , el presidente del ente provincial resaltó la figura de Ferreiro como «padre, hijo, marido y profesor» cautivado «por la idea determinista de no pasar por este mundo sin intentar mejorarlo» . Unas palabras que no sentaron nada bien a parte del grupo municipal socialista, cuyos desencuentros con el regidor herculino han sido palpables durante los escasos dos años que lleva al frente de María Pita.

Sin ir más lejos, la ex secretaria local del PSOE coruñés, Mar Barcón, calificó en sus redes sociales de «error manifiesto» la decisión de Formoso de aceptar la invitación de Ferreiro. Barcón, que no asistió al evento, recalcó que el papel de los socialistas debe ser el de realizar una labor de «oposición» y denunció que el presidente de la Diputación de La Coruña realizase una «presentación laudatoria» a quien «será nuestro adversario dentro de dos años» . Unas críticas que respaldó el portavoz de los socialistas en el concello, José Manuel García, que sin embargo, sí estuvo presente en el acto en cuestión.

Altura de miras

Consciente de las suspicacias que despertó en su propio partido su decisión, González Formoso reclamó en su intervención una mayor «altura de miras» y enmarcó su participación en la presentación a un simple acto de «colaboración institucional» entre administraciones. «En Xulio siempre encontré colaboración para hacer avanzar la provincia», defendió el socialista , que abogó por no dejarse llevar «por la polarización» y por dejar de utilizar «el insulto como arma». Una posición que apoyó el propio Xulio Ferreiro, que agradeció los elogios por parte del presidente del ente provincial coruñés. «Creo que el hecho de militar en partidos distintos no implica que las personas no puedan tener una buena relación personal y política e incluso de admiración y cariño recíproco, como es este caso», zanjó el regidor.

No es la primera vez que el PSOE gallego vive una polémica de este tipo . El ex alcalde de Vigo Carlos Príncipe llegó a ser suspendido de militancia por presentar un acto del vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda. Del mismo modo, el ex alcalde de La Coruña, el socialista Francisco Vázquez, despertó las críticas de varios miembros de su partido al asistir a la presentación del libro del líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

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