ELECCIONES GALICIA 5-A

Feijóo confirma que será candidato a las autonómicas y buscará su cuarta mayoría absoluta

«Si mi partido está dispuesto, yo estoy dispuesto», ha anunciado ante un PP gallego que lo ha aclamado con gritos de «presidente, presidente»

M. MUÑIZ

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Con la liturgia habitual de los grandes anuncios pero sin la mística de lo imprevisible, Alberto Núñez Feijóo cumplió ayer con el trámite de ofrecerse al PP de Galicia como candidato para las autonómicas del 5 de abril, apenas 24 horas después de que firmara de su puño y letra la disolución del Parlamento y la convocatoria electoral para el mentado Domingo de Ramos. El PP respondió con el júbilo habitual pero con escasa sorpresa : desde hace meses, el propio Feijóo jugueteaba, mensaje va, guiño viene, con la posibilidad de una cuarta intentona, que ahora afronta para alcanzar la mítica marca de Manuel Fraga, el presidente que lo trajo de Madrid a Galicia en 2004.

«Si mi partido está dispuesto, yo estoy dispuesto », proclamó, «si mi partido quiere, yo quiero ser candidato a la Presidencia de la Xunta». Y la tropa popular prorrumpió en aplausos. Porque vaya si el PPdeG quiere.

Feijóo no escondió la simbología del lugar elegido para anunciar su decisión. De nuevo, el hotel Palacio del Carmen, donde en 2005 dio el paso para optar a las primarias de la sucesión de Fraga, el mismo lugar en el que en 2016 hizo saber que optaría al tercer mandato y en cuyos jardines, en 2018, «se abrieron otros horizontes y metas» con destino a Madrid pero «por compromiso y coherencia dije Galicia». La voz se le entrecortó en este pasaje. «Y hoy otra vez aquí en 2020 vuelvo a decir Galicia ».

Lo cierto es que Feijóo arriesga su capital político, porque si la izquierda desbarata su mayoría absoluta cosechará esa medalla para la historia. Sin embargo, el ya aspirante del PPdeG avisó que frente a «quien crea que no tengo nada que ganar», su aspiración es «que Galicia no tenga nada que perder». Ni «la estabilidad y el rigor con el que hemos trabajado igual que las familias gallegas» , ni «la normalidad» con la que vive la sociedad gallega, ajena a «las estridencias políticas» del conjunto de España, singularmente Cataluña, a la que no nombró. «Que Galicia no pierda una sola oportunidad» y que «no tenga un presidente que no pueda tomar decisiones porque dependa de tres o cuatro socios », el escenario que resultaría de una victoria de las izquierdas y el nacionalismo gallego.

La única opción

Por todo ello, el aspirante a la reelección se presentó como «la única opción que garantiza unidad, responsabilidad y estabilidad», respondiendo así a la «gran mayoría que no quiere vivir en los extremos sino encontrarse en lo que nos une, que prefiere entendimiento a enfrentamiento, que no quiere partir Galicia en dos bloques sino seguir juntos para avanzar más rápido ». «La sociedad gallega está unida a pesar de sus ideologías», resaltó Feijóo, «e intentaremos que siga así y no se fracture».

Este mensaje de centralidad va a marcar la campaña de los populares gallegos, que saben de la necesidad de ocupar el centro político para fraguar una cuarta mayoría absoluta. Y lo harán con su marca, porque como el propio Feijóo dejó claro en su intervención, «no me presento para liderar ningún bloque de partidos para ir contra quien gane las elecciones». Traducido: el PPdeG no diluirá sus siglas en plataforma alguna , como piden algunas voces desde Ciudadanos. De nuevo, la ambición de lograr una absoluta sin depender de terceros, ya sean verdes o naranjas. «Me presento para servir, sientan lo que sientan, piensen lo que piensen, voten lo que voten» los gallegos.

El aval de la gestión

«Me siento con más ilusión, más ganas y más energía que nunca», confesó desde el atril, «no descubro nada si os digo que soy Alberto Núñez Feijóo y los gallegos saben qué pueden esperar de mí». Reconocido por su partido como el único candidato capaz de lograr una nueva mayoría absoluta, él mismo reconoció ayer que materializarla «no va a ser fácil» y «por eso estoy aquí» . «Estoy convencido de que sabiendo las dificultades que vamos a tener, estoy convencido de que podemos alcanzarla», para lo que «le pido la confianza a mi pueblo, que me conoce».

En esta línea, Feijóo dejó entrever su desencanto con los modos que rigen la política estatal en nuestros días, «donde no importa lo que vendrá después, en la que no importa nada lo que se dijo antes ni lo que se dirá a renglón seguido, donde la experiencia y la gestión es algo irrelevante, donde el futuro va en función de la conveniencia y no de los intereses permanentes », censuró.

Gestión. El aval de los once años al frente de la administración autonómica será otra de las cartas de presentación de Feijóo y el PPdeG. «Humildemente podemos decir» que el objetivo de que Galicia esté mejor que en 2009 «está básicamente cumplido». Un éxito, matizó, que no es atribuible ni a él, sus conselleiros o su formación, sino «los gallegos». «Si en algo acertamos todo este tiempo es que estuvimos al lado de los gallegos , sin prestar atención a otra cosa que no fueran los intereses de Galicia y los objetivos fundamentales de las familias gallegas», sentenció.

El «previsible» Feijóo tuvo también palabras de agradecimiento para su partido, del que dijo ignorar el enorme afecto que le procesan a su persona, «en una proporción muy superior a la que podía imaginar». Y apuntó esto como una de las variables que le han hecho aceptar este cuarto envite electoral, una quimera en tiempos de volatilidad política y ruptura de grandes mayorías. «Diré lo que siempre digo, Galicia, Galicia, Galicia, y una cuarta vez más, Galicia ». Aplausos, abrazos, selfies y a la precampaña.

Noticias relacionadas

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación