Crisis industrial
Endesa determina 18 meses de vida para la central térmica de As Pontes
La compañía calcula que en ese año y medio consumirá las casi 900.000 toneladas de carbón almacenadas
La Xunta vuelve a reclamar al gabinete Sánchez un «frente común» que haga fuerza para mantener la actividad
Una vez presentada la solicitud de cierre en As Pontes, Endesa puso ayer fecha de caducidad a la central térmica, al señalar que «la tramitación del cierre de la instalación llevará dieciocho meses» , de acuerdo con la estimación trasladada por Miguel Temboury, director general de Endesa Noroeste, y difundida por la compañía a través de un comunicado. El directivo incide en que en ese año y medio la firma «consumirá el carbón almacenado en la instalación, que suma 880.000 toneladas, lo que hace prever carga de trabajo para las empresas auxiliares que desarrollan su labor en la central».
Para atenuar el impacto del cierre, Endesa asegura tener «intención también de que estas empresas auxiliares, además de continuar con la operación y mantenimiento» de la central, «empiecen a trabajar igualmente en las labores de predesmantelamiento» . Un plan, prometió Temboury, al que apuntalarán con un «programa especial de formación en desmantelamiento y en tecnologías renovables del que se pueden beneficiar los trabajadores de las empresas auxiliares. En paralelo, la compañía asegura que «fomentará para el desarrollo de los proyectos de renovables la compra de materiales y servicios a empresas locales implantadas en el subsector de renovables, con una importante presencia en la zona».
La semana pasada Endesa ya avanzó que su idea pasaba por sustituir los casi 1.500 megavatios térmicos de la térmica coruñesa por una cantidad ligeramente superior de renovables, entre 2020 y 2026, dentro de lo que bautizaron como «Plan Futur-e». La inversión será de unos 1.580 millones de euros y la compañía cuenta con generar unos 1.250 empleos directos de media anual en los seis años de la fase de construcción y 125 en la de operación y mantenimiento. Ante los nuevos acontecimientos, un millar de personas se manifestaron ayer de nuevo en la localidad coruñesa para mostrar su rechazo al cierre y reclamar que no se produzca de manera abrupta.
Frente común
La Xunta sigue apostando fuerte por la permanencia de la central térmica pontesa. En voz de su conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, reclamó hacer «un frente común» para reclamar a Endesa la continuidad de la instalación . Por eso, inquirió al Gobierno central «si está con el empleo o en contra del empleo industrial y energético en Galicia». El conselleiro instó también, recoge Efe, al Ejecutivo en funciones a que decida «si realmente quiere hacer un frente común con Galicia y con el Ayuntamiento As Pontes para pedirle a la empresa que reactive la actividad de la planta» energética.
Por su parte, el alcalde de As Pontes y presidente de la Deputación coruñesa, Valentín González Formoso, señaló en la TVG que «está convencido» de que las pruebas que se realizaron en la central para usar otros elementos menos contaminantes como combustible «son viables» . A renglón seguido pidió, al igual que el conselleiro, «el compromiso de los agentes implicados», que afirmó que desde la Xunta y el ministerio de Transición Ecológica «es del cien por cien», aunque pidió mayor implicación de la eléctrica, que hasta la fecha no ha expuesto voluntad para solucionar este problema para cientos de empleados.
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