Coronavirus Galicia
Educación ignora las peticiones de Galicia para el fin de curso escolar
La conselleira envía una carta a la ministra y el lunes se publicarán nuevas instrucciones
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Última hora del coronavirus en Galicia
La conselleira de Educación confirmó este viernes que la inconcreción del Ministerio a la hora de fijar los criterios para que los docentes evalúen y promocionen a sus estudiantes en este anómalo final del curso escolar, condicionado por la crisis del coronavirus , no era un error ni un descuido, sino una actitud premeditada para delegar a toma de decisiones en las comunidades autónomas. La esperada Orden ministerial que establece cómo actuar con este tercer trimestre no cambia lo esencial del borrador conocido días atrás, y de nuevo se indica que el criterio prioritario de los docentes deberá ser evaluar positivamente a sus estudiantes, y que se pasará de curso e incluso se obtendrá la titulación de Secundaria y Bachillerato «sin tener en cuenta limitaciones que afecten al número de materias pendientes».
Sobre esta evidente barra libre, cuya entera responsabilidad el Ministerio deposita en los equipos docentes, deberá elaborar el lunes la Consellería unas nuevas instrucciones para este tercer trimestre. Según ha venido manifestando tanto la conselleira Carmen Pomar como el propio presidente de la Xunta, Galicia acatará las directrices ministeriales aunque difiera radicalmente de ellas, y no se espera que plantee criterios contrarios , toda vez que los sindicatos educativos y las Anpas comulgan también con la doctrina gubernamental de la promoción general con el estado de alarma y el confinamiento como coartada.
Galicia va a acatar pero no se va a callar. La conselleira remitió este mismo viernes una carta a la ministra Isabel Celaá en la que manifestaba de nuevo su profunda discrepancia, reprochándole que las alegaciones realizadas a comienzos de semana «no solo no se han tenido en cuenta sino que se han ninguneado», y acusa a Educación de querer trasladar a la opinión pública y la comunidad educativa que «compartimos el contenido» de la Orden. «La más mínima lealtad institucional exigiría que el borrador final de la Orden se hubiese comunicado para evitar las erróneas interpretaciones que el Ministerio ha publicado en el BOE».
El malestar de Pomar se centra en el primer anexo, en el que se cita a los consejeros que no se desmarcaron de la sectorial de educación del pasado 16 de abril, y que pudiera interpretarse como un aval de la mayoría de las autonomías a esta controvertida Orden. La conselleira censura que el Ministerio confunda «la lealtad institucional» de Galicia con una « carta blanca para utilizarnos como respaldo a sus decisiones , sobre todo cuando hemos dejado bien clara nuestra posición».
Pomar critica en la misiva -a la que ha tenido acceso ABC- que la indefinición sobre el máximo de materias suspensas « deja franco el camino para la desigualdad , no ya entre territorios, sino entre centros». «Queremos dejar patente nuestro descontento y pedirles que no den por hecho nuestro apoyo», advierte por último.
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