Coronavirus Galicia
«¿La cuarentena? Como todas las casas con niños»: El mensaje de una familia con cinco contagiados
Luis Sobrado y su madre, María Teresa López, explican cómo es el aislamiento después de haber dado positivo en Covid-19 y subrayan el apoyo de sus vecinos
Sigue la evolución de la pandemia en España en ABC.es
La última hora de la crisis sanitaria en Galicia
![Luis Sobrado con su familia](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/04/15/IMG-20200415-WA0003-khHI--1248x698@abc.jpg)
«Queremos enviar un mensaje de ánimo. Aunque a veces solo destaquen los casos más graves, muchos contagiados tienen síntomas leves, como nosotros», reflexiona Luis Sobrado . A sus 44 años es padre de dos niños pequeños, Gonzalo y Guillermo. Todos han sido contagiados por Covid-19; su esposa, Cristina, también. Los cuatro permanecen aislados en su casa desde hace un mes, en un pequeño pueblo de la provincia de Pontevedra, Vila de Cruces . En su mismo edificio también viven sus padres, Solitario Sobrado y María Teresa López . «Nosotros hacíamos mucha vida juntos, los seis, fue complicado cuando empezamos a sentir síntomas y tuvimos que separarnos», recuerda con tristeza Luis Sobrado. Y así fue, aunque poco después la abuela empezó a tener síntomas: cuando le realizaron la prueba salió positiva . A partir de entonces, los dolores de cabeza, el cansancio y algunas febrículas - no demasiado alta - se volvieron habituales, aunque solo durante los primeros días. «Había días con más molestia y otros con menos pero nunca tuvimos dificultades respiratorias. Ahora ya nos encontramos todos bien», refleja Sobrado. «Hace mucho que no tenemos síntomas», subraya, por lo que están a la espera de que se cumpla el plazo para que puedan volver a realizarles la prueba.
La cuarentena de los dos matrimonios, sin embargo, está siendo diferente. Por un lado, la familia con niños está haciendo una vida conjunta: « Es la ventaja de haber dado todos positivo », apunta Sobrado para el diario ABC. «Tratamos de llevarlo bien, entreteniendo a los niños y jugando mucho con ellos. Estamos llevando la cuarentena como cualquier familia con hijos pequeños» , subraya. Sus padres, sin embargo, no han corrido la misma suerte.
«Mi marido no está contagiado, por suerte. Yo estoy completamente aislada, en una habitación solo para mí con baño . Solitario es quien me trae la comida todos los días», apunta María Teresa López. «Ahora ya me encuentro mucho mejor, pero hubo días en los que tenía un dolor de huesos increíble, parecía que para ir al baño debiera hacerlo de rodillas», recuerda a sus 70 años . Con su edad, apunta con tristeza, «se hace cuesta arriba. Aunque no he tenido que estar hospitalizada , es muy duro estar separado de mis nietos, más aún estando sola». «Hablo con ellos por videollamada y por teléfono porque son muy cariñosos, pero no puedo achucharlos y es difícil, supongo que a todas las abuelas les pasará algo parecido», señala emocionada. «Ahora ya estoy algo más acostumbrada , porque han pasado quince días, pero lo que sentí al principio no se lo deseo a nadie», sentencia con cierta congoja.
«No merecemos tanto apoyo»
De nuevo, parece que la solidaridad toma el control en este tipo de circunstancias. Los vecinos de Vila de Cruces se han volcado con esta familia. «El panadero nos trae el pan todos los días; igual ocurre con el frutero o el carnicero. Todos nos están ayudando muchísimo », apunta Luis Sobrado. «Nos lo dejan en el portal, no tenemos ningún tipo de contacto con ellos, pero es una ayuda enorme », añade. «Cuando todo esto termine, vamos a deber muchos favores», bromea el hombre. «Yo sinceramente creo que no nos merecemos tanto apoyo por parte de los vecinos», suscribe María Teresa López. «En lo que me quede de vida, no tendré tiempo para agradecerles toda la atención que nos dan día a día», reflexiona la mujer. Esta familia también ha querido lanzar un mensaje de agradecimiento para los sanitarios del Hospital Clínico de Santiago : «Nos hemos sentido muy arropados, nos llamaban entre dos y tres veces al día», asume esta abuela.
Por otro lado, también han creído conveniente lanzar un mensaje de « prudente normalidad » y, por supuesto, de ánimo: «Por favor, que no pierdan nunca la esperanza , de esta salimos todos juntos. En la vida, por suerte o por desgracia, todo termina pasando y esto, también se acabará», sentencia a sus 70 años.
Noticias relacionadas