Comité clínico

Coronavirus en Galicia: la incidencia aumentó un 20% en los últimos cuatro días

Sanidade mantiene su hoja de ruta hasta el viernes, cuando se valorará si se ajustan las restricciones en vigor

Quieren apreciar cómo «impactan» las últimas medidas y prestar especial atención a las zonas con peor evolución

Sanitarios acceden a la residencia de Salvaterra de MIño intervenida por la Xunta EFE
Pablo Pazos

Pablo Pazos

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La Xunta hizo los deberes la semana pasada y, por el momento, no mueve ficha. No habrá nuevas decisiones para hacer frente a la segunda ola del Covid hasta el próximo viernes , día en que se vuelva a reunir el comité clínico. No es una postura de brazos cruzados. Todo lo contrario. Los expertos sanitarios que asesoran a la Xunta celebraron el lunes, en convocatoria «urgente», una «larga y compleja» sesión en la que analizaron de forma pormenorizada los datos de incidencia del virus y el nuevo escenario que dibuja el estado de alarma, «toque de queda incluido». En torno a la restricción de la movilidad nocturna hubo intenso debate, pero se optó finalmente por el «status quo» anunciado este martes por el conselleiro de Sanidade, Jesús García Comesaña, en rueda de prensa matutina: mantener la franja de 23.00 a 6.00 horas propuesta por el Gobierno central, aunque abierta a cambios.

La ratificación —posterior— tras el Consejo de Ministros de que el «toque de queda» solo será obligatorio durante dos semanas atenúa el debate que precedió a la adopción de un horario u otro. García Comesaña desveló que «se habló de adecuarla» a las distintas realidades de los 313 concellos gallegos, « adaptarla a la naturaleza propia de la población en función de hábitos de movimiento o circunstancias especiales». No se implementó esta discriminación pero tampoco se descartó. La no obligatoriedad abre la puerta a que la Xunta retire una medida que no estaba en sus planes inmediatos, y que en todo caso se consideraba desmedida para entornos rurales frente a los urbanos.

Si hubo una idea en la que insistió en su intervención el titular de Sanidade es la siguiente: la semana pasada ya se adoptaron medidas «gruesas e importantes», sin esperar a que se actuara desde Moncloa; y ahora toca dar tiempo para «ver» la «evolución» de esas restricciones , que llevaron a toda Galicia al nivel 2, una decisión «dura», con las reuniones limitadas a cinco personas; solo convivientes en municipios como Santiago; con múltiples términos de la provincia de Orense cerrados perimetralmente y con la actividad no esencial clausurada.

García Comesaña se movió en la delicada disyuntiva de no perder de vista que, en comparación con el resto de España, « los datos de Galicia son buenos », pero al tiempo admitir «preocupación», llamar a no «bajar la guardia» e insistir en que es fundamental que se acaten las restricciones. Y lo cierto es que en las últimas fechas se han multiplicado los focos que desvelan en dependencias del Sergas.

Siguen ahí, por supuesto, Santiago y su entorno cercano, el concello de Orense y su área de influencia y zonas de la provincia como Verín y O Carballiño; pero también se han sumado al listado de quebraderos de cabeza la ciudad de Lugo y las comarcas de Ferrol, Pontevedra y, en menor medida, Vigo. Con los respectivos alcaldes hay abierto un canal de diálogo , por más que aún no se hayan decidido medidas adicionales. Pero no pueden descartarse. En todas estas zonas el Sergas aplicará una «estrategia de monitorización continua».

¿Cerrar Santiago?

Es el caso de la comarca de Santiago, donde Carmen Durán, directora general de Saúde Pública, detalló que en la capital provincial, pero también en Ames y Teo, los contagios no dejan de crecer y, en consonancia, lo hacen las tasas acumuladas, que son ya de 210 casos en los últimos siete días y casi 350 en los últimos 14, por 100.000 habitantes. ¿Puede estarse gestando un cierre perimetral, como en Orense? , se le preguntó al conselleiro. Este no rechazó la posibilidad, pero quiso recordar que no todo se reduce el volumen de casos, sino que en el ejemplo orensano pesó también la presión a la que estaba sometido el servicio de Cuidados Intensivos.

En la comarca ferrolana , donde se registra un alza «paulatina» de casos en los 2-3 últimas semanas, elevan las tasas Fene, Narón y Ferrol. La IA a 14 días ya roza los 264. En Pontevedra el agravamiento es más reciente, de los últimos cuatro días, con una IA de 264; preocupa pero menos Vigo, que ronda la media gallega. En la comarca de Lugo (185 y 293, a 7 y 14 días), el empeoramiento es también «especialmente» notorio en los últimos cuatro días, con la capital provincial a la cabeza.

Una vieja conocida, el área orensana, presenta distintas evoluciones . La capital y su comarca aún siguen con incidencias «altas», pero los datos apuntan a que las medidas están surtiendo efecto, pues la incidencia va cayendo y ya se sitúa en 134 y 291, a 7 y 14 días. No es tan «satisfactoria» la respuesta en la comarca de O Carballiño, aunque denote cierta «estabilización», con 98 casos en los últimos 7 días, frente a los 107 de la semana anterior. Y todavía preocupa más la comarca de Verín, donde el Sergas admite que el virus «no está respondiendo a las medidas como habíamos pensado».

En el global, la incidencia acumulada en Galicia subió un 20% en los últimos cuatro días , lo que obliga a Sanidade a insistir en ese ejercicio de «autocomparación», de no relajarse porque haya otras autonomías en peor situación. «Está en nuestras manos» revertir el avance del virus y que, por ejemplo, el periodo navideño no sea «todo lo malo» que se augura.

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