Lucha sin cuartel de Junts por los alcaldes del PDECat para 2023

El primer paso de esta opa son las elecciones municipales. En juego, las 947 alcaldías catalanas ; y los cargos comarcales y en las cuatro diputaciones, un enorme número de asesores y el control de los presupuestos públicos vinculados al mundo local. Para los de Puigdemont, se trata de sumar marca, aunque las candidaturas locales no formen parte de su estructura orgánica, con un doble fin: que no crezca la competencia ( Centrem ) y ganar influencia local. Para el PDECat, sin embargo, los contactos de Junts con sus alcaldes son presiones intolerables y artimañas alejadas de un sistema democrático. La guerra es total.

Chacón, que aspira a heredar en Centrem el empuje municipal del PDECat (unos 170 alcaldes), califica la captación de alcaldes por parte de Junts como una estrategia de «amenazas». Pese a todo, la pugna entre las dos formaciones no es nueva. Está pendiente el litigio judicial por la marca legal de Junts, registrada (en 2018) por militantes del PDECat tras las elecciones autonómicas de 2017 y ‘robada’ por Junts (en 2020). Desde octubre de 2020, cuando el PDECat, entonces presidido por David Bonvehí, decidió acudir a las autonómicas de 2021 en solitario Junts se volcó en un acoso y derribo sin cuartel. Según cálculos no oficiales de la dirección del PDECat, un tercio de sus alcaldes «seguirán a Chacón, tras aguantar las presiones». Otro tercio «ya está perdido» y «no sabemos qué hará el resto».

Fuentes consultadas por ABC que conocen de primera mano las presiones a los alcaldes apuntan a Jordi Sànchez y Jordi Turull como los ideólogos de esta estratagema. El secretario general y el vicepresidente de Junts, respectivamente, ambos condenados por sedición en la causa del ‘procés’ por el Tribunal Supremo, además, mantienen una pugna interna por controlar el partido, una vez que Puigdemont se dedica al Consell per la República desde Bélgica y no está por la labor de regar un partido que no puede controlar en primera persona.

Para Sànchez, según reconoció él mismo en una entrevista para Catalunya Ràdio , la dirección de Junts lleva un tiempo contactando con alcaldes del PDECat, pero negó que su oferta consista en presiones. Son conversaciones, vino a decir. «Lo que sí hay, y en las próximas semanas habrá más, es escuchar a todo el mundo y abrir puertas. Nuestro proyecto político está todavía en construcción. En un plazo corto seremos muchos más», concretó. El número dos de Junts envió un mensaje a Chacón: «Que explique qué es hacer presión. ¿Presión? A nadie. ¿Hablar? Con todo el mundo. Mucha gente no entiende que en estos momentos el capital del PDECat esté en una enésima transformación».

Sea hablar o sean presiones, lo cierto es que los contactos existen y desde el PDECat dan por hechos algunos fichajes. Así, los alcaldes barceloneses de Igualada (Marc Castells) y Martorell (Xavier Fonollosa), los gerundenses de Puigcerdá (Albert Piñeira) y Lloret (Jaume Dulsat) y el tarraconense de Reus (Carles Pellicer) se dan por perdidos en la formación que cuenta, todavía, con el apoyo de Artur Mas . Son cinco plazas importantes cuyos alcaldes, siendo militantes del PDECat, habrían decidido abandonar el barco de Centrem y pasarse a Junts.

Este diario se puso en contacto con los cinco ediles y solo Dulsat atendió a las preguntas. El alcalde de Lloret niega las presiones de Junts y confirma que este partido presentará lista municipal en su municipio. «Las divisiones nos llevan a la atomización, por lo que trabajo para ir en una lista unida» , apuntó, y añadió sobre las presiones: «Lo que para alguien es una presión para otro es una conversación sincera. A mí, personalmente, no me ha presionado nadie».

Chacón, por su parte, sí concretó las presiones que Junts estaría llevando a cabo mediante una «estrategia» que consiste en «amenazar» a los ediles presentando listas de Junts en sus municipios para evitar que repitan mandato, diciéndoles que si aceptan su propuesta -liderar la lista de Junts con gente del partido- tendrán «cargos en los consejos comarcales y las diputaciones» que Centrem no podrá ofrecer y prometerles que, si se pliegan a sus objetivos, no tendrán que pasar por un proceso de primarias para ser cabeza de lista en 2023. Fuentes del PDECat añadieron a este diario que, además, en algunos casos se «amenaza» con referencias a familiares de los alcaldes que trabajan para las administraciones autonómica o local, pero sin concretar nombres o localidades pues «nadie quiere dar la cara».

Pese a las promesas efectuadas por Junts para fichar a los alcaldes, el reglamento del partido de Puigdemont -aprobado hace unos días- incluye el proceso de primarias -también para los «simpatizantes»-, por lo que, al final, los ediles del PDECat podrían quedar apartados como candidatos, ya que la militancia de Junts es, por norma general, reacia a los líderes del PDECat, pues los consideran ‘blandos’ respecto a la independencia y ‘botiflers’.