La Generalitat y una silla vacía consagran a Aragonès como «sustituto» de Torra
El nuevo responsable del ejecutivo evita sentarse en la silla de Torra en la primera reunión del Govern tras la inhabilitación
La Generalitat mantendrá en el puesto a los asesores y empleados de la oficina de Torra aunque este ya no esté
El gobierno catalán ya tiene nuevo presidente. Este miércoles por la mañana el ejecutivo autonómico ha ungido a su hasta ahora «número dos» y consejero de Economía, Pere Aragonès (37 años), como máximo responsable de la Generalitat . No obstante, el republicano trabajará en calidad de «sustituto» del inhabilitado Quim Torra y no podrá usar muchas de las prerrogativas propias del cargo. La nueva situación ha quedado resumido en una foto: Aragonès escoltado por una silla vacía, la que ocupaba Torra.
Según ha publicado hoy el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC), el Govern acata y oficializa desde ya la sentencia del Tribunal Supremo que supuso el paso al lado del expresidente a principios de semana. Lo ha hecho sin esperar a que el Boletín Oficial del Estado ( BOE ) publicara la decisión judicial. ¿El motivo? Que la Abogacía del Estado determinó que la inhabilitación no tenía por qué publicarse en el boletín estatal para ser efectiva.
Aclarado este punto, el ejecutivo no ha remoloneado y ha celebrado hoy a primera hora una reunión extraordinaria en la que ha aprobado el decreto de sustitución. «El vicepresidente del Govern ejerce las atribuciones de la Presidencia de la Generalitat de acuerdo con los límites propios de una sustitución y de un Govern en funciones», concreta el dictamen. Estos «corsés» tendrán un impacto práctico -no se despedirá al personal de la oficina del expresidente, aunque este ya no esté- y simbólico, que se visibilizará repetidamente en los próximos días.
El texto, firmado por todos los consejeros del ejecutivo catalán, también establece que en caso de que la sentencia que inhabilitó Torra fuera suspendida -el ya expresidente presentó ayer un recurso para ello ante el Tribunal Constitucional - el decreto de nombramiento de Aragonès quedaría «sin efecto».
En medio de esta maraña administrativa ha sobresalido la foto de la de la «Sala Tàpies», lugar en el que se celebran las reuniones del ejecutivo catalán, con una silla vacía, la de Torra . Será una imagen habitual a partir de ahora. Nadie ocupará los «espacios simbólicos» del expresidente inhabilitado. De hecho, ni Torra hizo lo propio al ser investido por el Parlament en 2018 al considerar que el presidente verdadero «legítimo» de su Govern no era él, sino Carles Puigdemont.
Pacto de no agresión
Con todo, lo más previsible es que el primer interesado en evitar cualquier imagen que de a entender que ERC se atribuye las potestades de un «president» en plenas capacidades gracias a la inhabilitación judicial de Torra será el propio Aragonès, consciente de que el entorno de Junts per Catalunya señalará de forma inclemente cualquier desliz. Para evitar más polémicas, Junts y Esquerra formalizaron ayer un pacto de no agresión en el que se proclamaba la excepcionalidad del nuevo gobierno interino y se marcaban los límites en las funciones, los espacios y las capacidades de cada consejería hasta que la legislatura acabe de diluirse y se convoquen las próximas elecciones, previsiblemente en febrero .
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