Robert Brufau, nuevo director de L’Auditori de Barcelona
Su principal reto será acabar de definir y consolidar un relato propio dentro de la actividad cultural de la ciudad
![Robert Brufau](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2018/12/21/brufau123-ktdD--1248x698@abc.jpg)
Robert Brufau ha sido escogido como nuevo director de L’Auditori de Barcelona en sustitución de Joaquim Garrigosa, que ha ostentado el cargo durante los últimos siete años. Nacido en Mollerussa, Brufau es un buen conocedor de la casa, ya que hasta ahora era director de programación y previamente se había ocupado del departamento de producción.
Desde que hace más de un año se anunciara la convocatoria de un concurso para esta plaza, el de Brufau era el nombre que sonaba con más fuerza para ocuparla. De hecho, durante años ha ido ganando peso en el equipamiento, con un papel cada vez más destacado en algunas de las decisiones estratégicas y de programación. De la mano del anterior gerente, Valentí Oviedo, participó en el impulso de proyectos innovadores que cabe suponer que ahora se consolidarán. Es el caso de ciclos como Escenes -dedicado al diálogo entre diferentes disciplinas-, Sampler Series -centrado en la creación sonora contemporánea-, Emergents -para nuevos valores locales de la música- o Llums d’Antiga -programación de música antigua en diferentes espacios de Barcelona-.
Ante sí tiene diferentes retos, algunos de los cuales han ido pasando de director en director desde la inauguración del centro, hace casi dos décadas. El principal de ellos es acabar de definir y consolidar un relato propio dentro de la actividad cultural de la ciudad, así como su vínculo con la ciudadanía en general y con su inhóspito entorno urbano en particular. Siempre mirando de reojo al Palau de la Música, L’Auditori aún no tiene una personalidad clara, si bien a partir de la gerencia de Oviedo se fue perfilando mejor.
Los recursos humanos y las relaciones entre las diferentes piezas que conviven en el edificio son otra constante en la mesa de los directores de L’Auditori. Una plantilla que mezcla desde músicos a personal administrativo, empresas externas, funcionarios y colaboradores puntuales es todo un reto, máxime cuando hay diferentes instituciones implicadas. Así, aparte de la actividad musical del edificio, tendrá que lidiar con la plantilla de la OBC, los vecinos de la Escola Superior de Música de Catalunya -tienen una relación no siempre fluida-, y el Museu de la Música.
Hay un aspecto que no dependerá nada más que de Brufau, pero que lleva camino de convertirse en un sonsonete inevitable: la estabilidad. No depende solamente de él, pero desde la marcha de Joan Oller al Palau de la Música Catalana , la institución ha vivido un constante cambio de nombres entre sus directivos.
Tampoco hay que olvidar el público y los artistas «de casa»: atraer más gente a L’Auditori será vital en esta nueva etapa, y cuidar al talento local es un deber irrenunciable en un equipamiento público de estas características. Para llevar a cabo todo esto, Brufau cuenta con una sólida formación musical, complementada con estudios de Empresariales y de Gestión Cultural. Su nombramiento es para los próximos cuatro años, con posibilidad de dos prórrogas de dos años más cada una.